No Se Duerman en Los Laureles

Recuerdan que ayer le tocaba a J recortarse, pues a Francisco no le fue muy bien con J. Y al barbero menos. Francisco me comentó, luego que llegó de recortar a J, que había notado a J muy sensible durante todo el día.

Francisco me cuenta que J estaba súper irritable. Estaba peleando pues no aparecía un juego de XBOX de Cars. Por cierto la recompensa del mes de julio de J fue ese juego y se lo compramos el sábado pasado. Pues el dichoso juego no aparecía y aunque J no iba a jugar con él, quería verlo. No se si esto les pasa con sus chicos pero J tiene una habilidad para pedir cosas o que hace tiempo él no juega con ellas, y uno no recuerda donde están, o cosas que se pierden.

Pero J tiene muuuuuuuuuy buena memoria para recordar cada juguete de su propiedad por minúsculo que sea. A veces cuando vamos a salir por ejemplo le da con pedir sus carritos y se podrán imaginar que no es cualquier carrito sino los 5 ó 6 que él alineaba antes y que él recuerda los colores específicos. Pues uno se vuelve loco vaciando las cajas de juguetes para encontrarlos. Por esto no podemos botar juguetes pues el chico tiene un inventario mental increíble.

Pues como les decía, se perdió el juego y luego también se perdió Mario. Jesús Santísimo, J estaba histérico y Francisco primero me llama al trabajo para decirme que no encontraba el juego. Yo le decía posibles lugares donde encontrar el juego o que buscara las cajas de los otros juegos pues a J le gusta mortificarnos y cambia los juegos de cajas. Luego uno se vuelve loco abriendo todas las cajas para acomodarlos donde van. Pues encontró el juego y luego de un rato, Francisco me llama y me dice que también encontró al oso. Mario ya está hastiado de su vida y se escondió entre los cojines del sofá cama del cuarto de J. Para los que son nuevos en el Blog, Mario es un oso y es el amigo inseparable de J.

Por cierto, no se si les dije que mi cuñada me regaló otro Mario que tenían mis sobrinos pero J lo echó a un lado. Saben por que, pues este Mario parece que ha pasado malas y no buenas y tiene algo pegado que parece fango seco. Cuando J lo vio, me dijo o más bien gritó “LAVALO”. Pero ya se lavó y aún se le quedaron las manchas y J ni caso le hace.

Pues luego de estos malos humores que duraron todo el día, Francisco después de Tomatis llevó a J a recortar. Francisco me dice que todo estaba bien hasta que se le acercaban al área de las orejas y allí comenzaba el escándalo. Me imagino que por la terapia de Tomatis, está sensitivo en esa área. Luego era que no soportaba los pelos que se le pegaban a la cara. Tuvieron que detener el recorte varias veces para que Francisco llevara a J al baño y le lavara la cara. En fin, creo que entre el barbero y Francisco se pasaban el frasco de Xanax para poder bregar con J.

J tampoco quiso comer mucho ayer y en estos días su Dermatitis ha estado activada. J ha estado con mucho picor y rascándose mucho al punto que se lastima la piel. En la tarde me pidió leche. Cuando se la di lo vi oliendo la botella y me decía “vainilla no”. El a cualquier cosa rara que le nota a la leche, pues a veces trato de darle los medicamentos en la leche, dice que tiene vainilla. La leche no tenía nada pero él decía que tenía vainilla. Por fin lo convencí y se la tomó.

Estas son las cosas o estos son los días en los cuales recibimos ese aviso que nos dice que no podemos dormirnos en los laureles. Estas cositas nos recuerdan que no por que a J le haya ido tan bien en Tomatis, quiere decir que ya J no necesita ayuda.

Antes de acostarse estuvo un rato dando vueltas, todavía no se marea. Luego de eso se acostó a dormir y durmió tranquilo toda la noche.