Continuando con el tema del post de ayer “Ser Diferente”, precisamente leí un e-mail de una carta de un joven de 17 años con Asperger que habla de sus sentimientos al sentirse rechazado.
J ya socializa mucho más que antes pero aún no ha dominado muy bien esta destreza social. El día de la evaluación de Terapia Física de J llegamos al lugar de la evaluación y había dos chicos sentados jugando con unos muñecos. J fue directito donde ellos y se le paró al frente, bien cerca, y le dijo “este es Mario y Luigi”.
J andaba con sus peluches, Mario el osito y Luigi el mono. De primera intención los chicos no le prestaron atención pero J se quedó allí. Ellos estaban jugando con unos muñecos, figuras de acción, simulando que estaban peleando. J volvió a decir “este es Mario y Luigi” entonces uno de los chicos le dijo “eso es un peluche”.
Después de eso J le preguntó “¿Cómo te llamas?” y el mismo chico le contestó su nombre y luego le preguntó a J su nombre. A partir de ese momento J los seguía para donde se movían y llegó un momento en que comenzaron a quitarle los peluches a J y los golpeaban con los muñecos que tenían en sus manos. Los peluches de J volaran por todos lados y rodaron por el piso y J se quedó sin sus peluches. J trataba de recuperarlos pero ellos no se lo permitían.
Que hacia Yo durante todo este tiempo, mordiéndome la lengua pero no intervení pues estaba esperando la reacción de J. Yo esperaba una rabieta o que viniera donde mí llorando, pero J no hizo nada de esto. Llegó un momento que J como que se conformó y los chicos se quedaron con los peluches de J. Las madres de los chicos, BIEN GRACIAS.
No intervení pues quiero que J aprenda a defenderse pues esto le ocurre ahora y más adelante tal vez le ocurrirán cosas peores.
Para Gloria de Dios la recepcionista salió a poner una película y los chicos se sentaron a verla y soltaron los peluches de J y entonces J los agarró. Al ratito llamaron a J para la evaluación.
Cuando salimos de la evaluación, tan pronto salimos a la sala J se dirigió a donde estaban los chicos. Yo agarré a J por la mano y le dije nos tenemos que ir y J me dijo “voy con los amigos”. Esto fue lo más sentimiento que me dio pues a pesar de que esos chicos no se comportaron muy bien con J, el los llamó “los amigos”.
Voy a decir algo que tal vez suene fuerte, pero no se si sentirme feliz o triste por que J ya socializa. Me explico, antes J no socializaba se dedicaba a llegar a un lugar y sentarse y entretenerse solito con sus cosas y ni se enteraba o daba cuenta del rechazo. Ahora, trata de socializar pero miren lo que ocurre. Aunque J no dijo nada, y no se si se dio cuenta del comportamiento de estos chicos, llegará un momento en que si sienta el rechazo.
Lamentablemente no lo podemos tener en una cajita y en algún momento se expondrá a la crueldad de algunas personas.
J ya socializa mucho más que antes pero aún no ha dominado muy bien esta destreza social. El día de la evaluación de Terapia Física de J llegamos al lugar de la evaluación y había dos chicos sentados jugando con unos muñecos. J fue directito donde ellos y se le paró al frente, bien cerca, y le dijo “este es Mario y Luigi”.
J andaba con sus peluches, Mario el osito y Luigi el mono. De primera intención los chicos no le prestaron atención pero J se quedó allí. Ellos estaban jugando con unos muñecos, figuras de acción, simulando que estaban peleando. J volvió a decir “este es Mario y Luigi” entonces uno de los chicos le dijo “eso es un peluche”.
Después de eso J le preguntó “¿Cómo te llamas?” y el mismo chico le contestó su nombre y luego le preguntó a J su nombre. A partir de ese momento J los seguía para donde se movían y llegó un momento en que comenzaron a quitarle los peluches a J y los golpeaban con los muñecos que tenían en sus manos. Los peluches de J volaran por todos lados y rodaron por el piso y J se quedó sin sus peluches. J trataba de recuperarlos pero ellos no se lo permitían.
Que hacia Yo durante todo este tiempo, mordiéndome la lengua pero no intervení pues estaba esperando la reacción de J. Yo esperaba una rabieta o que viniera donde mí llorando, pero J no hizo nada de esto. Llegó un momento que J como que se conformó y los chicos se quedaron con los peluches de J. Las madres de los chicos, BIEN GRACIAS.
No intervení pues quiero que J aprenda a defenderse pues esto le ocurre ahora y más adelante tal vez le ocurrirán cosas peores.
Para Gloria de Dios la recepcionista salió a poner una película y los chicos se sentaron a verla y soltaron los peluches de J y entonces J los agarró. Al ratito llamaron a J para la evaluación.
Cuando salimos de la evaluación, tan pronto salimos a la sala J se dirigió a donde estaban los chicos. Yo agarré a J por la mano y le dije nos tenemos que ir y J me dijo “voy con los amigos”. Esto fue lo más sentimiento que me dio pues a pesar de que esos chicos no se comportaron muy bien con J, el los llamó “los amigos”.
Voy a decir algo que tal vez suene fuerte, pero no se si sentirme feliz o triste por que J ya socializa. Me explico, antes J no socializaba se dedicaba a llegar a un lugar y sentarse y entretenerse solito con sus cosas y ni se enteraba o daba cuenta del rechazo. Ahora, trata de socializar pero miren lo que ocurre. Aunque J no dijo nada, y no se si se dio cuenta del comportamiento de estos chicos, llegará un momento en que si sienta el rechazo.
Lamentablemente no lo podemos tener en una cajita y en algún momento se expondrá a la crueldad de algunas personas.