Aprovechando un Blog súper interesante que he encontrado, Autismo Integral he estado aplicado varios métodos y recomendaciones del Sr. Eduardo Carbonell, autor del Blog.
Les quiero hablar específicamente de un artículo que trata de los monólogos interminables que pueden tener las personas con autismo. Muchos de los niños y personas con autismo se interesan en un tema específico y se esmeran por aprender todo lo relacionado a ese tema. Estos temas varían entre cada niño o persona. En este artículo el Sr. Carbonell habla de cómo se le puede sacar provecho a estos monólogo para lograr ayudar a nuestros hijos a conversar. Nosotros también debemos aprender algo sobre ese tema para poder hacerle preguntas y establecer conversaciones con ellos.
Siguiendo estas recomendaciones, hoy J y yo conversamos por un buen rato y hasta logré que hiciéramos unos ejercicios que me recomendó Carbonell. Recordemos que J apenas tiene 5 años y aunque ha avanzado mucho en adquirir vocabulario, todavía presenta visos de ecolalia, mala pronunciación, deficiencia en conjugar verbos, iniciar y mantener conversaciones y contestar preguntas.
Por ahora los temas específicos de conversación de J giran entre los muñequitos que ve en la televisión y sus juegos electrónicos. J pude mantener una conversación breve con nosotros pero cuando viene a hablar de sus juegos es diferente pues allí él mismo inicia el tema y puede estar mucho rato hablando del juego.
Hoy J estaba jugando y fui y me senté a su lado. Comencé preguntándole como se llamaba el juego y rapidito me contestó. Inmediatamente noté como sus ojos brillaron y comenzó a sonreír pues yo estaba hablando con él sobre el juego. Yo le preguntaba los nombres de los personajes, como él lograba que el personaje hiciera x ó y cosa, cuantas vidas tenía, que tenía que conseguir para ganar, etc.
No saben la sorpresa que me llevé pues J realmente es un experto y sabe explicar que botón del control o combinación de botones se necesitan para que el personaje haga tal y cual cosa. Inclusive, imitaba los diálogos de los personajes, se sabía todos los nombres e imitaba los sonidos y canciones del juego.
Por otro lado, cuando daba las explicaciones utilizaba la asociación para explicar ciertos detalles. Por ejemplo él estaba jugando en una parte que había nieve y el personaje esquiaba. Yo le pregunté que tenía que hacer el personaje en ese mundo o esta parte y me contestó “esa es la namidad (navidad)”. Yo me imagino que cuando trataba de contestarme a su mente vino una imagen de alguien esquiando en la nieve en época de navidad y esto fue lo mejor que pudo contestar.
J todavía tiene es tono como robótico cuando habla y no tiene control del volumen pues a veces levanta mucho la voz, casi gritando. Luego que le permití que habláramos de su juego por un rato, lo invité a jugar otro juego.
Aquí puse en práctica los ejercicios recomendados por Carbonell. El ejercicio que practiqué con J se basa en darle unas instrucciones verbales de que cuando yo haga esto, tú vas a hacer esto otro.
Comencé diciéndole a J; cuando yo me siente, tú levantas las manos. Aquí él no esperó a que yo me sentara y simplemente levantó las manos inmediatamente. Entonces le dije, escúchame primero; y volví a decirle; cuando yo me siente, tú levantas las manos y cuando yo me pare tú te sientas. Le dije vamos a comenzar entonces me senté y J se sentó en el piso y levantó las manos a la misma vez. Ya aquí me doy cuenta que no comprendió muy bien las instrucciones. No le dije nada, entonces me paré y él se levantó del piso y se sentó al lado mió donde yo estaba parada.
Me moví a otro ejercicio esta vez le dije; cuando yo aplauda (aquí aplaudí para que él me entendiera) tú vas a dar vueltas y cuando yo levante las manos tú te sientas. Pues aplaudí y J se sentó en el piso a dar vueltas sentado y cuando levanté las manos él se levantó del piso.
Traté de continuar los ejercicios pero ya aquí me dijo “no quiero más” y pues como es la primera vez y él tiene esa facilidad para frustrarse, lo dejé tranquilo. Continuaré en otro momento con los ejercicios.
Me imagino que al igual que yo se pudieron dar cuenta que aunque J entendió que tenia que sentarse, dar vueltas, levantar las manos y pararse, no puedo organizar sus pensamientos y seguir las instrucciones en el orden correcto.
Les quiero hablar específicamente de un artículo que trata de los monólogos interminables que pueden tener las personas con autismo. Muchos de los niños y personas con autismo se interesan en un tema específico y se esmeran por aprender todo lo relacionado a ese tema. Estos temas varían entre cada niño o persona. En este artículo el Sr. Carbonell habla de cómo se le puede sacar provecho a estos monólogo para lograr ayudar a nuestros hijos a conversar. Nosotros también debemos aprender algo sobre ese tema para poder hacerle preguntas y establecer conversaciones con ellos.
Siguiendo estas recomendaciones, hoy J y yo conversamos por un buen rato y hasta logré que hiciéramos unos ejercicios que me recomendó Carbonell. Recordemos que J apenas tiene 5 años y aunque ha avanzado mucho en adquirir vocabulario, todavía presenta visos de ecolalia, mala pronunciación, deficiencia en conjugar verbos, iniciar y mantener conversaciones y contestar preguntas.
Por ahora los temas específicos de conversación de J giran entre los muñequitos que ve en la televisión y sus juegos electrónicos. J pude mantener una conversación breve con nosotros pero cuando viene a hablar de sus juegos es diferente pues allí él mismo inicia el tema y puede estar mucho rato hablando del juego.
Hoy J estaba jugando y fui y me senté a su lado. Comencé preguntándole como se llamaba el juego y rapidito me contestó. Inmediatamente noté como sus ojos brillaron y comenzó a sonreír pues yo estaba hablando con él sobre el juego. Yo le preguntaba los nombres de los personajes, como él lograba que el personaje hiciera x ó y cosa, cuantas vidas tenía, que tenía que conseguir para ganar, etc.
No saben la sorpresa que me llevé pues J realmente es un experto y sabe explicar que botón del control o combinación de botones se necesitan para que el personaje haga tal y cual cosa. Inclusive, imitaba los diálogos de los personajes, se sabía todos los nombres e imitaba los sonidos y canciones del juego.
Por otro lado, cuando daba las explicaciones utilizaba la asociación para explicar ciertos detalles. Por ejemplo él estaba jugando en una parte que había nieve y el personaje esquiaba. Yo le pregunté que tenía que hacer el personaje en ese mundo o esta parte y me contestó “esa es la namidad (navidad)”. Yo me imagino que cuando trataba de contestarme a su mente vino una imagen de alguien esquiando en la nieve en época de navidad y esto fue lo mejor que pudo contestar.
J todavía tiene es tono como robótico cuando habla y no tiene control del volumen pues a veces levanta mucho la voz, casi gritando. Luego que le permití que habláramos de su juego por un rato, lo invité a jugar otro juego.
Aquí puse en práctica los ejercicios recomendados por Carbonell. El ejercicio que practiqué con J se basa en darle unas instrucciones verbales de que cuando yo haga esto, tú vas a hacer esto otro.
Comencé diciéndole a J; cuando yo me siente, tú levantas las manos. Aquí él no esperó a que yo me sentara y simplemente levantó las manos inmediatamente. Entonces le dije, escúchame primero; y volví a decirle; cuando yo me siente, tú levantas las manos y cuando yo me pare tú te sientas. Le dije vamos a comenzar entonces me senté y J se sentó en el piso y levantó las manos a la misma vez. Ya aquí me doy cuenta que no comprendió muy bien las instrucciones. No le dije nada, entonces me paré y él se levantó del piso y se sentó al lado mió donde yo estaba parada.
Me moví a otro ejercicio esta vez le dije; cuando yo aplauda (aquí aplaudí para que él me entendiera) tú vas a dar vueltas y cuando yo levante las manos tú te sientas. Pues aplaudí y J se sentó en el piso a dar vueltas sentado y cuando levanté las manos él se levantó del piso.
Traté de continuar los ejercicios pero ya aquí me dijo “no quiero más” y pues como es la primera vez y él tiene esa facilidad para frustrarse, lo dejé tranquilo. Continuaré en otro momento con los ejercicios.
Me imagino que al igual que yo se pudieron dar cuenta que aunque J entendió que tenia que sentarse, dar vueltas, levantar las manos y pararse, no puedo organizar sus pensamientos y seguir las instrucciones en el orden correcto.
Bueno, los dejo pues J acaba de venir y decirme "mi puerpo dice que quiere comer mucho". O sea, J tiene hambre.
Continuaremos, pues no nos damos por vencidos.
Continuaremos, pues no nos damos por vencidos.
4 comentarios:
Yoly a la verdad que J siempre me saca una sonrisa con sus ocurrencias, ahora cada vez que EJ me diga que quiere comer me voy a acordar de J. Por otra parte la verdad es que muchos de los ejercicios que recomienda Eduardo en su blog nosotros los utilizamos con EJ. Y el ejercicio para enseñar el Tu y el Yo nos ayudo mucho...como tu bien sabes fue un proceso pero nos ayudo mucho a entender mejor su forma de pensar y como ayudarlo.
Hola Yeroline que bueno saludarte....este muchachito mio es tremendo. Y Eduardo me está ayudando mucho. Su blog es super interesante y tiene unas recomendaciones que a la verdad vale la pena seguirlas.
Ire a leerlo,a vel que tal y cuales ejercicios puedo practicar con los mios......
Dorita...te lo recomiendo.
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