J y Su Huesped

Ayer recibimos los Takara Patches para el tratamiento de desintoxicación. Luego de leer la información incluida en el paquete y las instrucciones, mi esposo llevó a J al baño para luego acostarlo.

Le estaba explicando a J que le iba a colocar una curita (fue lo mejor que se me ocurrió) debajo de los pies y dejé que J la tocara para que se diera cuenta que nada le iba a ocurrir. J es súper miedoso y rapidito comenzó a lloriquear pues no quería que le pegara los parchos.

Luego de un rato lo convencí y le pegue uno en cada planta del pie. Le expliqué que cuando se despertara se lo sacaría y el me dijo “de día” a lo que le conteste que si. Nos acostamos a dormir y J también, por lo menos eso asumimos.

Esta mañana cuando me acerco a verificar los pies de J, me encuentro con que los parchos no estaban. J se había despegado los parchos. Busqué y encontré uno cerca del brazo de J y el otro enredado en el comforter.

Cuando se lo comento a mi esposo, él me indicó que había sentido a J moverse como dos o tres horas después que no acostamos. Aquí les estoy publicando unas fotos de los parches. El que se ve más obscuro era el que estaba cerca del brazo de J y el otro aunque no tan obscuro, ya se nota un poco sucio.

Que podemos concluir. Si J solo tuvo los parchos puestos 2 ó 3 horas, fíjense que cantidad de metales le comenzó a extraer. O, como estos parches en adición a la planta del pie se pueden colocar en cualquier parte del cuerpo, tal vez se le había pegado al brazo y allí puedo extraer parte de los desechos. En conclusión, J aparenta tener una concentración considerable de metales pesados en el cuerpo y esto también había sido sustentado en la prueba de orina.

Tenemos que ver como logramos que J se deje los parchos durante la noche para poder continuar con este proceso. Les mantendremos informados.

Por otro lado, J anoche tuvo un visitante. Recuerdan que les había comentado que de mis tres sobrinos (donde J va todos los días) se lleva muy bien con el mayor de ellos, pues ayer nos llevamos al primito de J para que se quedara a pasar la noche en casa.

J se mostró contento en cuanto a que el nene lo acompañara. Cuando veníamos en el carro J decía “mira Jaico está aquí” y luego decía “por que Jaico está en el carro de mami”. Cuando estabamos en la casa seguía repitiendo “mira Jaico está en mi casa”. Es como si él estuviera tratando de ubicar a su primito en la casa. J hace esto también en cuanto a su persona. Por ejemplo cuando vamos en el carro camino a mi casa, J de momento sale diciendo “yo estoy aquí” esto lo hace varias veces en el trayecto. También cuando estamos en la casa, y J está acostado con nosotros en la cama, dice lo mismo “yo estoy aquí”.

Pues volviendo a la visita de mi sobrino, en el camino a la casa observaba a J y no le hablaba a su primito. Cuando llegamos a la casa, J se fue directo a su cuarto a jugar con el XBOX. Por un rato estuvo jugando él solo pero le hablaba al nene del juego.

Más tarde, Kimberly programó el juego para dos jugadores y J permitió que el nene jugara con él y hasta ahora J ha compartido sus cosas. Nuestro temor era que J sintiera que su primito estuviera invadiendo su espacio sagrado (su cuarto) y que mostrara molestia por esto.

Ahora si, J estableció claro que “Jaico va para mi casa” pero no sus otro primos.