Hoy Amaneció Más Claro

Hoy es otro día y brilla el sol nuevamente.

Pues comenzaré con decir que tengo que agradecer a Kristian y Kimberly, mis hijos, pues dentro de lo que pueden nos brindan mucha ayuda a mi esposo y a mí.

Kimberly en adición a estar cuidando a J durante este mes, me está ayudando con los quehaceres de la casa. Kristian se va a hacer cargo de llevar a J a la TH, por este mes de junio, pues de sábado se las cambiaron a lunes a las 8:15 a.m. y por supuesto mamá y papá tienen que trabajar para mantener la familia. Por lo menos con la ayuda que mis hijos nos brindan, es un alivio a las presiones que se van sumando.

Esta mañana salí de mi casa a trabajar no sin antes despertar a Kristian para brindarle las instrucciones sobre lo que tenía que hacer con J; cepillarle los dientes, vestirlo y asegurarse que Mario el osito apareciera antes de que salieran de la casa. Además, explicarle que cuando J sale de la terapia y se ha portado bien hay que sacarle de la máquina de dulces una peseta de “skittles”.

Al pobre Kristian las cosas no le fueron muy bien. Ustedes saben que una de las características de esto chicos es la rutina. Pues J como no está acostumbrado a ir a terapia los lunes, y menos que Kristian lo lleve, pues se las puso hoy con el pobre Kristian.

No hacia ni media hora que yo había salido de la casa y Kristian me llama al celular. En el fondo podía escuchar el escándalo y la gritería de J. Pues Kristian me llama para decirme que J no se dejaba cepillar los dientes. Le digo a Kristian que lo ponga al teléfono y le explico a J que Kristian lo llevará a la terapia y luego a casa de tío. También le digo que se tiene que cepillar los dientes. A todo esto J no dijo ni pío y luego Kristian agarra el teléfono nuevamente y en el fondo puedo escuchar que J dice “quiero con mami”.

Pues Kristian se despide y me dice que va a intentarlo nuevamente. No pasan dos minutos y me llama Kristian nuevamente diciéndome que J no se deja. Se me ocurre preguntarle a Kristian que donde se encontraba J y me dijo que en su cuarto y se me prendió el bombillo. Verán, J se deja cepillar los dientes en cualquier lugar de la casa excepto el baño. A mi se me escapó decirle a Kristian ese pequeñito detalle.

Pues le digo a Kristian que no lo obligue a ir al baño sino que le cepille los dientes allí en el cuarto y que luego de corridito lo vista. Kristian no volvió a llamar. Más tarde yo llamo a Kristian y me dijo que lo que yo le sugerí resultó y J se dejó cepillar los dientes y vestir.

Le había indicado a Kristian que me llamara cuando J saliera de la terapia para que me contara como le fue. J aparentemente se portó bien en la terapia pues como dice Kristian “no news is good news". Kristian tampoco preguntó y a mi se me olvido decirle a Kristian que cuando J sale de la terapia siempre nos acercamos a la terapista para preguntar como le fue a J.

Pues para mala suerte de Kristian, la máquina de los dulces se comió la peseta. Kristian me cuenta que tuvo que conseguir otra peseta y le sacó otro tipo de dulces pero noooooooooo J quería los “skittels”. Le tomó un rato a J en calmarse y Kristian le ofrecía los otros dulces que son en forma de unas frutitas, ¿y saben que? Kristian pudo lograr que J los probara. Así que aunque no le fue muy bien a Kristian hoy, puedo lograr algo nuevo con J.

Yo creo que de esta Kristian se hecha para atrás en su ofrecimiento de seguir llevando a J a la terapias por los 3 lunes que faltan.