J y El Baloncesto

Perdonen pero no puedo evitar tocar este tema. En los últimos días hemos estado escuchando sobre la posibilidad de que el próximo lunes las agencias del gobierno cierren su puertas por que no hay dinero para pagar los sueldos de los servidores públicos.

A mi me preocupa sobre manera el cierre del DE. Como es posible que estén pensando cerrar las escuelas del país. Están violando el derecho constitucional de miles de niños a recibir educación. Aunque estoy segura que muchos estudiantes estarán felices por la noticia pues dentro de su ignorancia lo ven como que se adelantan las vacaciones de verano, para otros niños es crítico que esto ocurra así de golpe. Estos niños a los que me refiero son nuestros hijos. Que ocurrirá con estos niños, que como bien dice Aimée, necesitan estructura y que esto toma de sorpresa a los padres que por el momento no tienen donde enviarlos pues todavía no comienzan los campamentos de verano u otros servicios donde estos niños puedan asistir durante el receso escolar.

Dicho esto, voy a otros temas. Aunque J estudia en colegio privado él se cree que va a formar parte de las vacaciones forzadas a los que serán sometidos los niños que estudian en el sistema público. Por que digo esto, pues esta mañana decía “voy a casa de abuela” “no quiero escuela”. Demás está decirles que iba malhumorado, pobre Kimberly, y estoy segura que hoy será otro día de turismo y de tomarse una siesta en el salón. Esto es para que vean como se afecta J cuando está fuera de la escuela por par de días, luego no quiere ir. Imagínense que pasará cuando llegue el verano, no quiero ni pensarlo.

Anoche mi esposo estaba viendo un juego de baloncesto. J llega a mi cuarto y se acuesta al lado de su papá y le dice “a mi me gusta eso”, refiriéndose al juego de baloncesto, y los dos se quedaron viendo el juego. Al rato J dice “yo soy ese” yo lo escuché y le pregunto “¿cuál tú eres?” y me dice nuevamente “yo soy ese” yo le digo “¿cuál?” y vuelve a repetir lo mismo. Como me di cuenta que no estaba obteniendo una respuesta, formulé la pregunta de una forma distinta y le pregunté ¿qué color eres? refiriéndome al color del uniforme del equipo. Pues J me contestó “yo soy el marrón”, los equipos que jugaban tenían uniformes blancos y rojos. Le digo a J ¿cuál? y J me dice “yo soy el marrón 32”.

Mi esposo y yo nos tuvimos que reír pues lo que J quería decir era que él era Shaquill y lo de marrón era refiriéndose al tono de la piel de Shaq. Nunca nos habíamos percato o habíamos tenido la experiencia de que J se fijara o notara el físico de una persona. Hemos estado en lugares que hay alguna persona “diferente” inclusive niños en sillas de ruedas etc. y J ni se inmuta ni hace comentarios. Pero anoche, nos sorprendió pues estaba destacando el color de la piel de Shaq. Luego le pregunto a J ¿y tú de que color eres? y J se miró el brazo pero no contestó. Le volví a preguntar y se volvió a mirar el brazo y me dijo “no se, ya no hables”, con esto me quiso decir que no le volviera a preguntar.

Pues mi esposo le dijo a J que el número 32 se llamaba Shaquill y el resto de la noche J estuvo repitiendo “yo soy shaquill el 32”. También J estuvo pendiente al reloj y los “scores” del juego, ya saben que él es loco con los números.

Lo gracioso es que cuando el reloj llega a cero, J dice “se cabó” y le dice a su papá “yo gané y tú perdiste”. El muchachito sabia que el puntaje más alto pertenecía al equipo de Shaq (perdonen pero de baloncesto yo no sé nada) y que ese equipo había ganado.

Estamos contentos pues J está bien conversador aunque todavía sus temas giran en torno a sus juegos electrónicos o a sus muñequitos favoritos, por lo menos ya inicia conversaciones. Cuando le hablamos o le preguntamos algo, a veces contesta con lógica, otras dice cosas que no se relacionan o incoherentes y la mayoría de las veces no contesta nada y siempre cambia el tema y sale hablando de sus juegos de Mario Bros.

Lo importante es que ya habla muchísimo.