En el Médico, Parte I

Ayer fue una tarde muy interesante aunque pasamos un poco de coraje pues de la oficina del médico me llamaron en la mañana para preguntarme si yo estaba dispuesta a acudir a la cita a las 2:00 p.m. en lugar de a las 3:00 p.m. que era la cita original. La secretaria del médico me indicó que le habían cancelado varias personas y que estaban tratando de adelantar las citas. Yo le dije que sí pues pensé que era mejor pues saldría más temprano.

Cuando llegamos a la oficina del médico, a las 1:50 p.m., me percato que había mucha gente. Pensé que tal vez seria esperando por otra doctora que trabaja allí. Pasó el tiempo y no nos llamaban cosa rara pues allí es por cita y nunca había tenido problemas. Me da con preguntarle a otra mamá que estaba allí que si ella venia a ver al mismo médico y me indicó que si. Aquí ya me comencé a poner un poco ansiosa y fui donde la secretaria del médico y le pregunté que si habían otros esperando por el médico y me dijo que 4 antes que J. Se me paro el moño y tuve que decírselo que para que me llamó para que llegara más temprano si eso estaba lleno de gente. Ella me dice que el médico había salido y todavía estaba atendiendo niños citados en la mañana. El coraje más bien fue por que ustedes saben que nuestros niños no son muy tolerantes a largas esperas. Bueno pasado el coraje nos sentamos en la sala y comenzamos a observar. De los 4 niños que estaban allí, antes que J, 3 eran autistas. Nunca me había encontrado en una cita médica con otros niños autista o por lo menos que nos diéramos cuenta.

Fue una experiencia muy bonita y ahora les cuento por que. A la verdad es que pude comprobar que estos niños son fascinantes. Había una mamá con unos gemelos que eran dos gotas de agua. Uno era bastante adelantado y el otro era más severo. El que era más severo siempre estaba sonriendo y a la verdad que si no fuera porque de vez en cuando aleteaba, pasaba como típico. Me dio mucha pena con la señora pues ella me estaba contando todo lo que ha tenido que pasar con esos chikos, pues si es difícil con uno imagínense con 2. Yo los observaba y me daba risa pues ella tenia que controlar al que era más funcional para así poder controlar al otro. El otro sonsacaba al que tenían sentadito y le decía “vente” pues quería llevárselo a correr. Me impresionó como él se compenetraba con su hermano y lo imitaba en todo.

Déjenme contarles algo. Por lo general cuando J llega a un lugar y hay niños que no conoce, él no le presta atención. Inclusive ayer J estaba sentando en una mesita viendo muñequitos y llegaron esto tres hermanitos, típicos, y se sentaron junto a él y ni caso que les hizo. Cuando se fueron los tres niños entonces se acercaron a la mesa los gemelos y el otro niño autista ninguno se miraba entre si excepto por mirandas de raspón como digo Yo. No se que rayos es pero todos estaban fascinados con los benditos muñequitos de CN. J tenia dos carritos en la mano y se puso a jugar con ellos en la mesa, esto le llamó la atención al niño (no de los gemelos) y se arrodillo a mirar a J jugar con los carritos. J no le habló al niño ni el niño a J pero ocurrió algo muy bonito. J colocó los dos carritos frente al niño como ofreciéndoselos y el niño tomó uno y J el otro y comenzaron a jugar en la mesa. Todo lo que J hacia el otro imitaba. Así estuvieron un rato hasta que le tocó el turno al otro niño y J se quedó solito en la mesa. A todo esto lo gemelos estaban adentro pues los habían llamado para pesarlos etc.

Cuando salieron lo gemelos comenzaron a correr por todo aquello, J los observaba y se reía. Yo estaba hablando con la mamá de los nenes y de momento veo que J está corriendo con ellos y los tres corrían de un lado a otro y se reían. Estaban compartiendo aunque en ningún momento, que yo me percatara, se hablaron entre sí. Tal vez en otro momento estos tres niños corriendo, riendo y haciendo ruido dentro de una oficina de un médico hubiese causado malestar, pero en este caso escuchar estas risas eran tan bello y emocionante que ni las secretarias dijeron nada y también se sonreían.

En cierto momento, J se detiene frente a la mamá de los gemelos y le dice en un tono autoritario “Madre busca tu hijo”. Nos tuvimos que reír pues él viene y dice esto pero él también estaba corriendo con los nenes. Al rato vuelve J donde la señora pero esta vez la abraza y se le tira encima y le repite “Madre busca tu hijo”. El nene se había salido del area de la oficina y estaba corriendo por otro pasillo, J lo que hacía eran avisando para que lo fuera a buscar.

Pensaran que estoy loca pero es como si ellos se reconocieran pues ninguno de ellos y les repito ninguno hizo gesto alguno por compartir con los niños típicos que estaban allí. Pero sin embargo, si jugaron y compartieron entre sí. Esto ya había pasado una vez, no se si les conté pero ocurrió en el Taekwondo.

Un día estábamos con J y les digo que habían alrededor de 20 niños más. En eso llegó un chiko que es autista pero mayor que J, alrededor de 15 años. El llegó y nada de caso a los que estaban allí, J tampoco. Pero en cierto momento J se le acercó y quería que Yo lo levantara para mirar que hacia este chiko pues estaba leyendo un periódico. O sea entre tanta gente J lo noto a él y la cosa no termina allí. J entró a tomar su clase y los demás se quedaron afuera (recuerden que J todavía toma sus clases solo). A todo esto yo seguí observando al muchacho y este caminaba de un lado a otro y nada que ver con los demás. Cuando terminó la clase de J y se abrió la puerta y sale J, el muchacho se colocó frente a la puerta y extendió su mano a J y se sonrió. Ambos se dieron la mano y siguieron su camino. Esto nos emocionó mucho.

Mañana le escribo sobre como le fue a J con el médico.