Ayer estuve leyendo un mensaje de una madre de la Alianza donde hablaba de su hijo con autismo y decía que el nene se llevaba con uno de sus hermanos pero con el otro no y que esto hacia sentir muy mal al niño por que pensaba que su hermano no lo quería.
Ustedes saben que J tiene dos hermanos, Kimberly y Kristian. Obviamente la diferencia en edades entre J y sus hermanos es mucha. La más cerca que está a la edad de J es Kimberly y le lleva 10 años. J se lleva bien con sus dos hermanos, la relación con Kristian pues es de adulto y niño, recuerden que Kristian tiene 22 años. Aunque a veces tengo que regañar a Kristian por que le gusta molestar a J y lo hace enojar. De hecho hoy Kristian estuvo de babysitter pues J no tuvo clases. Kristian lo maneja muy bien y J le hace bastante caso. Eso sí, cuando Kristian lo molesta y J se enoja, agarra por el pelo a Kristian o le da.
Con Kimberly es otra historia. A pesar de que J quiere mucho a Kimberly, la pobre es la que paga las descargas de J. Cuando él tiene coraje por algo o por que lo regañamos, se ensaña con Kimberly. Cuando en la escuela no se está portando bien y Kimberly le llama la atención, le declara la guerra a Kimberly. En ocasiones, tiene que venir algún compañero o compañera de Kimberly y llevarse a J a caminar por la escuela para alejarlo de ella hasta que se calme.
Cuando estamos en casa y le da una de sus rabietas o lo regaño por que está haciendo algo mal, va donde Kimberly le da, trata de morderla o halarle el pelo. Así está por mucho rato y cada vez que le pasa por el lado a Kimberly, y mientras le dura el coraje, va nuevamente y trata de morderla o darle.
Si estamos en el carro y tiene uno de sus episodios, si Kimberly habla, canta, estornuda o respira le grita “CALLATE”. También grita “Kimberly portó mal” y yo le digo "tú te estas portando mal” y sigue gritando “Kimberly portó mal”. Le echa la culpa a Kimberly y cuando ella se baja a abrir el portón me dice “deja a Kimberly” refiriéndose a que la deja a pie. Entonces yo le digo que no y comienza a gritar y cuando Kimberly se monta en el carro, trata de tirarle con algo. Pobre Kimberly. Una cosa si le puedo asegurar, Kimberly será una buena madre pues ella es como otra madre para J.
Sin embargo, cuando está de buenas se pasa buscándole juego a Kimberly y hasta me ponen nerviosa pues corren por toda la casa ella detrás de él y él detrás de ella. Kimberly lo ha enseñado a jugar al esconder. Kimberly cuenta y él se va a esconder pero lo que hace es que se tapa la cara con las manos o una toalla y para él, ya se escondió. También se esconde en el baño y Kimberly empieza a decir “donde estará J” o dice “mami no encuentro a J” y se escucha cuando él se ríe y dice “aquí”. Lo que es la inocencia, yo me rió en cantidad pues el jura que nadie lo va a encontrar.
J tiene 3 primitos que son hermanos. Estos son los nenes de mi hermano y donde J va después que sale de la escuela. J siempre se ha llevado bien con el mayor de ellos que tiene 7, con el segundo de 4 años lo ignoraba y con la nena de 2 años con esa si que él ni quiere relacionarse. Ahora se lleva mejor con el segundo nene, y comparte un poco más con él, pero todavía no quiere jugar ni le hace caso a la nena. Hay que velarlo pues si la nena se le acerca o trata de buscarle juego, él en ocasiones ha tratado de darle. Yo le explico que son sus primitos y que juegue con todos pero él muy sinceramente me dice “no quiero a fulana ni zutano” “solo quiero jugar con mengano”.
Esta situación es un poco difícil pues lamentablemente estas son características de J y no hay forma de obligarlo que acepte a X ó Y niño. Por otro lado, sus primitos son pequeños y tal vez no entiendan por que J hace esto. Uno puede tratar de explicarles pero toma tiempo en que ellos puedan comprender.
Igual pasa cuando llegamos a algún lugar y un niño se le acerca a J y le busca conversación o juego… J se mueve, deja al niño con la palabra en la boca y lo ignora totalmente. Para el que no conoce, esta actitud de J le puede parecer de malacrianza o falta de educación. Es aquí cuando nos toca sacar a relucir los problemitas de J y tratar de explicar a la gente el por que J se comporta de cierta forma en particular.
No podemos obligar ni presionar a J a que acepte a quien no quiere. Hemos comprendido que tenemos que darle su espacio y tiempo y cuando esté listo, pues el hará amigos y compartirá con todo el mundo.
Ustedes saben que J tiene dos hermanos, Kimberly y Kristian. Obviamente la diferencia en edades entre J y sus hermanos es mucha. La más cerca que está a la edad de J es Kimberly y le lleva 10 años. J se lleva bien con sus dos hermanos, la relación con Kristian pues es de adulto y niño, recuerden que Kristian tiene 22 años. Aunque a veces tengo que regañar a Kristian por que le gusta molestar a J y lo hace enojar. De hecho hoy Kristian estuvo de babysitter pues J no tuvo clases. Kristian lo maneja muy bien y J le hace bastante caso. Eso sí, cuando Kristian lo molesta y J se enoja, agarra por el pelo a Kristian o le da.
Con Kimberly es otra historia. A pesar de que J quiere mucho a Kimberly, la pobre es la que paga las descargas de J. Cuando él tiene coraje por algo o por que lo regañamos, se ensaña con Kimberly. Cuando en la escuela no se está portando bien y Kimberly le llama la atención, le declara la guerra a Kimberly. En ocasiones, tiene que venir algún compañero o compañera de Kimberly y llevarse a J a caminar por la escuela para alejarlo de ella hasta que se calme.
Cuando estamos en casa y le da una de sus rabietas o lo regaño por que está haciendo algo mal, va donde Kimberly le da, trata de morderla o halarle el pelo. Así está por mucho rato y cada vez que le pasa por el lado a Kimberly, y mientras le dura el coraje, va nuevamente y trata de morderla o darle.
Si estamos en el carro y tiene uno de sus episodios, si Kimberly habla, canta, estornuda o respira le grita “CALLATE”. También grita “Kimberly portó mal” y yo le digo "tú te estas portando mal” y sigue gritando “Kimberly portó mal”. Le echa la culpa a Kimberly y cuando ella se baja a abrir el portón me dice “deja a Kimberly” refiriéndose a que la deja a pie. Entonces yo le digo que no y comienza a gritar y cuando Kimberly se monta en el carro, trata de tirarle con algo. Pobre Kimberly. Una cosa si le puedo asegurar, Kimberly será una buena madre pues ella es como otra madre para J.
Sin embargo, cuando está de buenas se pasa buscándole juego a Kimberly y hasta me ponen nerviosa pues corren por toda la casa ella detrás de él y él detrás de ella. Kimberly lo ha enseñado a jugar al esconder. Kimberly cuenta y él se va a esconder pero lo que hace es que se tapa la cara con las manos o una toalla y para él, ya se escondió. También se esconde en el baño y Kimberly empieza a decir “donde estará J” o dice “mami no encuentro a J” y se escucha cuando él se ríe y dice “aquí”. Lo que es la inocencia, yo me rió en cantidad pues el jura que nadie lo va a encontrar.
J tiene 3 primitos que son hermanos. Estos son los nenes de mi hermano y donde J va después que sale de la escuela. J siempre se ha llevado bien con el mayor de ellos que tiene 7, con el segundo de 4 años lo ignoraba y con la nena de 2 años con esa si que él ni quiere relacionarse. Ahora se lleva mejor con el segundo nene, y comparte un poco más con él, pero todavía no quiere jugar ni le hace caso a la nena. Hay que velarlo pues si la nena se le acerca o trata de buscarle juego, él en ocasiones ha tratado de darle. Yo le explico que son sus primitos y que juegue con todos pero él muy sinceramente me dice “no quiero a fulana ni zutano” “solo quiero jugar con mengano”.
Esta situación es un poco difícil pues lamentablemente estas son características de J y no hay forma de obligarlo que acepte a X ó Y niño. Por otro lado, sus primitos son pequeños y tal vez no entiendan por que J hace esto. Uno puede tratar de explicarles pero toma tiempo en que ellos puedan comprender.
Igual pasa cuando llegamos a algún lugar y un niño se le acerca a J y le busca conversación o juego… J se mueve, deja al niño con la palabra en la boca y lo ignora totalmente. Para el que no conoce, esta actitud de J le puede parecer de malacrianza o falta de educación. Es aquí cuando nos toca sacar a relucir los problemitas de J y tratar de explicar a la gente el por que J se comporta de cierta forma en particular.
No podemos obligar ni presionar a J a que acepte a quien no quiere. Hemos comprendido que tenemos que darle su espacio y tiempo y cuando esté listo, pues el hará amigos y compartirá con todo el mundo.
3 comentarios:
Tienes razón hay que dejarle el esapcio a J sobre todo te digo que somos selectivos, de modo que no siempre somos aceptados por todo el mundo.Así que si J es feliz a su rtimo ,tu eres feliz también ,los demás se irán adaptando a él.
Me encnata tu blog narrativo es como si fueramos vecinos y te viera por la ventana.
Hola Angelica;
Con J hemos aprendido que hay que ser muy pacientes y todo cae en su sitio eventualmente.
Me alegra que te guste el blog y sigue visitándonos.
Por cierto Angelica, visité algunos de tus blogs y tienes unas fotos impresionantes, me encantaron.
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