A todas estas madres excepcionales que día a día luchan para sacar a sus familias adelante, les deseamos mucho amor, paz y Bendiciones.
A nombre de Super J, Francisco, Kimberly, Kristian y esta servidora, les queremos regalar la siguiente historia.
Érase una vez un niño a punto de nacer que se acerca a Dios y le pregunta: ¿Me dicen que me vas a enviar a la tierra mañana?”, ¿Pero cómo voy a poder vivir allí siendo yo tan pequeño e indefenso?
Dios le contestó; “De entre los muchos ángeles que conozco, he elegido uno para ti”. “Te estará esperando y te cuidará”. Pero – dijo el niño- “aquí en el cielo no hago otra cosa que cantar y sonreír y eso es todo lo que necesito para ser feliz”.
Dios le dijo; “Tú ángel cantará para ti cada día y así sentirás su amor y serás feliz”. Y- dijo el niño- “¿Cómo voy a poder comprender a la gente cuando me hablen si desconozco su idioma?”. Eso es fácil- le dijo Dios- “tu ángel pronunciará las palabras más bonitas y encantadoras que jamás hayas escuchado”. “Y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar”.
El niño alzó la mirada a Dios y le dijo: “¿Y qué voy a hacer cuando quiera hablar contigo?” Dios sonrió y le dijo: “Tu ángel te juntará las manitas y te enseñara a orar”. El niño dijo: “También me han dicho que en la tierra hay hombres malos”. “¿Quién me va a proteger?” Dios le rodeo con su brazo y le dijo: “Tú ángel te defenderá, al punto de entregar su vida por ti si fuese necesario”
El semblante del niño se ensombreció y dijo: “Pero siempre estaré triste porque ya no te voy a ver”. Dios abrazó al niño. “Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino de vuelta hacia mi presencia, aún cuando yo esté siempre a tu lado”.
En ese momento se sintió una gran paz en los cielos, pero ya se escuchaban voces provenientes de la tierra. El niño apresurándose, planteó una última pregunta: “Si me voy ahora mismo, Dios, dime cómo se llama mi ángel”. A lo que Dios le contestó” “Su nombre no importa mucho…sólo tienes que llamarle ¡MAMA!
A nombre de Super J, Francisco, Kimberly, Kristian y esta servidora, les queremos regalar la siguiente historia.
Érase una vez un niño a punto de nacer que se acerca a Dios y le pregunta: ¿Me dicen que me vas a enviar a la tierra mañana?”, ¿Pero cómo voy a poder vivir allí siendo yo tan pequeño e indefenso?
Dios le contestó; “De entre los muchos ángeles que conozco, he elegido uno para ti”. “Te estará esperando y te cuidará”. Pero – dijo el niño- “aquí en el cielo no hago otra cosa que cantar y sonreír y eso es todo lo que necesito para ser feliz”.
Dios le dijo; “Tú ángel cantará para ti cada día y así sentirás su amor y serás feliz”. Y- dijo el niño- “¿Cómo voy a poder comprender a la gente cuando me hablen si desconozco su idioma?”. Eso es fácil- le dijo Dios- “tu ángel pronunciará las palabras más bonitas y encantadoras que jamás hayas escuchado”. “Y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar”.
El niño alzó la mirada a Dios y le dijo: “¿Y qué voy a hacer cuando quiera hablar contigo?” Dios sonrió y le dijo: “Tu ángel te juntará las manitas y te enseñara a orar”. El niño dijo: “También me han dicho que en la tierra hay hombres malos”. “¿Quién me va a proteger?” Dios le rodeo con su brazo y le dijo: “Tú ángel te defenderá, al punto de entregar su vida por ti si fuese necesario”
El semblante del niño se ensombreció y dijo: “Pero siempre estaré triste porque ya no te voy a ver”. Dios abrazó al niño. “Tu ángel te hablará siempre de mí y te enseñará el camino de vuelta hacia mi presencia, aún cuando yo esté siempre a tu lado”.
En ese momento se sintió una gran paz en los cielos, pero ya se escuchaban voces provenientes de la tierra. El niño apresurándose, planteó una última pregunta: “Si me voy ahora mismo, Dios, dime cómo se llama mi ángel”. A lo que Dios le contestó” “Su nombre no importa mucho…sólo tienes que llamarle ¡MAMA!
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