El Desquite

A J ahora le ha dado con usar gorras. El fin de semana que fuimos al Simposio mi papá le regaló una gorra a J. Desde entonces J la utiliza pero no le dice gorra sino “capa”. J se pone la gorra y dice “soy Mario con capa”.

Anoche, andaba con la gorra y esta mañana salió con ella puesta y no quería quitársela. Allá le dejé el enredo a mi comadre para que cuando llevara a J a la escuela le quitara la gorra.

Recuerdo cuando J era pequeño que nunca soportó que le pusiéramos gorras ni nada en la cabeza. En los cumpleaños gritaba en cantidad cuando le colocábamos el gorrito de cumpleaños. También le molestaban mucho los zapatos y teníamos que cortarle los “tickets” de las camisas, los que dicen el tamaño etc. No soportaba que lo arropáramos a la hora de dormir, se quitaba todo. Ahora es todo lo contrario. Para dormir, no importa el calor, quiere tener pantalones puestos. No le gusta que lo frote con la toalla cuando lo baño y lo voy a secar.

Anoche estaba caminando en puntas y mirando la líneas de la losetas cuando caminaba. Francisco me cuenta que el sábado en el Tae Kwon Do había un chico caminando en puntas. Y J es muy bueno para imitar. Francisco le dijo camina bien y dejó de hacerlo mientras estuvo en el cuarto pero cuando salió yo estuve observándolo y lo iba haciendo por el pasillo. Estas son las cositas a las que hay que estar pendientes para corregirlas de inmediato.

**********************************

Ayer también estuvo lloviendo todo el día por lo que la noche estaba friolenta. Pero como ya saben J es súper rutinario, a las 8:00 llegó a nuestro cuarto a decir que había que prender el aire. Ya saben que esto forma parte del ritual de J de todas las noches.

Como hacia frío, Francisco le dijo que no y ya saben lo que ocurrió. J comenzó con el tema “hay que prender aire” lo repetía una y otra vez. Nosotros ignorando y tratando de mantener la compostura. Como no le hacíamos caso J comenzó a hacer amenazas “voy a llorar” o sino decía “me enojo” o sea nos estaba advirtiendo que la rabieta venia.

Continuamos ignorándolo y saben lo que hizo para desquitarse, claro luego que lloró y peleó un rato, se metió en una esquina entre el mueble de la cama y la pared. Allí hay un enchufe donde conectamos los celulares, el de Francisco y el mío, para cargarlos. J primero desconectó el celular de Francisco y nos miró. Francisco y yo nos mirábamos con el rabito del ojo pero no le decíamos nada a J y continuábamos ignorándolo. Luego desconectó el mío. Como se cansó de que lo ignoráramos, se fue a sentar en su esquina y se cubrió con el comforter.

Allí estuvo un rato y cuando Francisco fue a decirle que se fuera a acostar encontró que J se había quedado dormido sentadito en la silla. Tal parece que todas las energías que utilizó con su coraje por que no encendimos el aire lo agotaron y se durmió sentado.

A veces es difícil, mientras J está en unos de sus episodios, ignorar y la calma pues J sabe como molestarnos. J sabe que gritando saca a uno de tiempo pero Francisco y yo hemos aprendido a tener paciencia y a ignorar. Tarde o temprano J se da por vencido y creo que ya estamos logrando el propósito, extinguir estas rabietas y comportamientos en él.

Demás está decirle que entre una cosa y otra se nos olvidó que J había desconectado los celulares y cuando me levanté esta mañana me di cuenta que no habían cargado. Así que indirectamente J si logró desquitarse con nosotros.