En alguno de los artículos previos en este Blog les conté la historia de que yo obtuve un resultado positivo a Síndrome de Down en la prueba de la Alfafetoproteina que me fue realizada en mi embarazo para J.
Yo les comentaba como mi embarazo había sido uno en el que vivíamos con una gran angustia esperando el momento del nacimiento de J. Estábamos preparados para enfrentar la posibilidad de que nuestro hijo naciera con Síndrome de Down. Había la duda, pues nunca quise someterme a la amniosintesis, pero esto fue una decisión en conjunto entre Francisco y Yo.
Aunque un sonograma que me fue realizado no delataba características físicas propias de esta condición, la duda estaba y teníamos que estar preparados ante la posibilidad de que J naciera con este Síndrome.
Llegó el momento del parto y cuando nació J, el ginecólogo lo primero que anunció era que no había Síndrome de Down. Sin embargo, no hubo una advertencia de lo que le esperaba a J en sus próximos años de vida.
En estos últimos días hemos estado leyendo artículos y noticias donde vinculan la edad de los padres con la incidencia de autismo. En el caso de Síndrome de Down hay una relación estrecha entre la edad de los padres y el Síndrome. Esto me ha hecho pensar y vuelven a mi mente esos sentimientos de culpa que en algún momento experimenté.
Cuando me informaron de la posibilidad de que J naciera con Síndrome de Down, me sentí culpable por haber quedado embarazada a los 36 años. Luego que nació J, ese sentido de culpabilidad se disipó pero ha regresado.
Que tal si es cierto esto que dicen de que la edad de los padres es determinante en que los hijos desarrollen autismo o condiciones relacionadas. J llegó a este mundo muy esperado, deseado y sobre todo muy amado. Pero jamás hubiese deseado para él todo lo que ha tenido que vivir. No por nosotros, sino por que siento que le he robado de algo.
Ya la etapa de aceptación ante el diagnostico de J había sido superada, y les digo que mucho más rápido de lo que esperábamos. Pero en estos días estos sentimientos de culpabilidad, que había dejado atrás, como que quieren regresar y estoy luchando fuerte contra esto.
Tal vez sea hormonal, pre menopausia o por muchas cosas que están ocurriendo en estos momentos en mi vida, realmente no se. Pero nada, yo soy fuerte y una vez superé estos sentimientos y lo haré nuevamente.
Tengo que agradecerle a Dios que J no es el chico que era hace unos años atrás. J ha logrado mucho en su vida y está venciendo su condición. Digo que él lo ha logrado pues J ha resultado ser muy fuerte y luchador. Nosotros le hemos brindado las herramientas pero gracias a su voluntad para mejorar y salir adelante, lo está logrando.
No quiero terminar sin antes citar a nuestra amiga Aimée y decir “que siempre hay alguien más atrás en la fila”. Por eso todos los días doy gracias a Dios por lo que me ha dado y sé que debemos aceptar nuestros destinos.
Yo les comentaba como mi embarazo había sido uno en el que vivíamos con una gran angustia esperando el momento del nacimiento de J. Estábamos preparados para enfrentar la posibilidad de que nuestro hijo naciera con Síndrome de Down. Había la duda, pues nunca quise someterme a la amniosintesis, pero esto fue una decisión en conjunto entre Francisco y Yo.
Aunque un sonograma que me fue realizado no delataba características físicas propias de esta condición, la duda estaba y teníamos que estar preparados ante la posibilidad de que J naciera con este Síndrome.
Llegó el momento del parto y cuando nació J, el ginecólogo lo primero que anunció era que no había Síndrome de Down. Sin embargo, no hubo una advertencia de lo que le esperaba a J en sus próximos años de vida.
En estos últimos días hemos estado leyendo artículos y noticias donde vinculan la edad de los padres con la incidencia de autismo. En el caso de Síndrome de Down hay una relación estrecha entre la edad de los padres y el Síndrome. Esto me ha hecho pensar y vuelven a mi mente esos sentimientos de culpa que en algún momento experimenté.
Cuando me informaron de la posibilidad de que J naciera con Síndrome de Down, me sentí culpable por haber quedado embarazada a los 36 años. Luego que nació J, ese sentido de culpabilidad se disipó pero ha regresado.
Que tal si es cierto esto que dicen de que la edad de los padres es determinante en que los hijos desarrollen autismo o condiciones relacionadas. J llegó a este mundo muy esperado, deseado y sobre todo muy amado. Pero jamás hubiese deseado para él todo lo que ha tenido que vivir. No por nosotros, sino por que siento que le he robado de algo.
Ya la etapa de aceptación ante el diagnostico de J había sido superada, y les digo que mucho más rápido de lo que esperábamos. Pero en estos días estos sentimientos de culpabilidad, que había dejado atrás, como que quieren regresar y estoy luchando fuerte contra esto.
Tal vez sea hormonal, pre menopausia o por muchas cosas que están ocurriendo en estos momentos en mi vida, realmente no se. Pero nada, yo soy fuerte y una vez superé estos sentimientos y lo haré nuevamente.
Tengo que agradecerle a Dios que J no es el chico que era hace unos años atrás. J ha logrado mucho en su vida y está venciendo su condición. Digo que él lo ha logrado pues J ha resultado ser muy fuerte y luchador. Nosotros le hemos brindado las herramientas pero gracias a su voluntad para mejorar y salir adelante, lo está logrando.
No quiero terminar sin antes citar a nuestra amiga Aimée y decir “que siempre hay alguien más atrás en la fila”. Por eso todos los días doy gracias a Dios por lo que me ha dado y sé que debemos aceptar nuestros destinos.
4 comentarios:
Yoli; esos sentimientos de culpa tenemos que manejarlos con la ayuda de Dios y apoyarnos todas mutuamente. Para mi embarazo de Carlitos; a pesar de que fué un embarazo super bien cuidado y deseado, mi hemoglobina bajó a 9.5 y me inyectaban inyecciones de hierro un dia si y otro no. Además en mi parto le dije a la enfermera que tenía demasiado dolor y la enfermera le pidió al médico que me ordenara un tranquilizante y me fué administrado. Para colmo fue un embarazo inducido y extremadamente rápido. No sabes cuantas veces pienso que pudo haber sido culpa de todos esos factores.
Ya ves; Creo que estos sentimientos de culpa lo hemos tenido muchas madres.Pero en lo personal te digo que no debes sentirte culpable en lo absoluto porque aunque personalmente e hablado contigo una vez y tal vez algunas por telefonos; a traves de las aventuras de J te has dado a conocer y creeme que J tiene una madre luchadora y maravillosa que a sabido agotar todos los recursos para su progreso y su bien.
Te envío muchas bendiciones!!!!!!!
Muchas veces q te leo me haces sonrojar... jeje...
Siempre hay culpas pero no por J... también las habrá por Kimberly y por Kristian es q creo q así es el "microchip" de los padres/madres...
Ahora mismo estoy aquí con la "culpa" de trabajar y no poder dedicarles el tiempo q se merecen.... pero nada
Hola Yessica...gracias pot tú apoyo y tus palabras de aliento. Todas ustedes también son súper madres y padres. Y tienes razón, me imagino que todas de una forma y otra nos culpamos por las cosas que no van bien especialmente cuando se trata de nuestros hijos.
Aprovecho para decirte que el sábado estaré en Yauco Plaza despues de las 12:00 pues me voy a encontrar con varias personas para entegarles "Posters y boooknmarks" de la acitividad del 12 de noviembre. Date la vuelta para que te lleves algo y de vez si quieres articulos de la Alianza y camisetas para la actividad me los ordenas. Tienes mi telefono, me llamas o me envias un e-mail a javier4579@yahoo.com
Aimée..amiguita tienes toda la razón. Como le digo a Yessica, uno siempre anda culpándose por lo que puedo ser y no fue. Pero por lo menos tenemos la satisfacción de que todos nosotros tratamos de hacer todo lo que está a nuestro alcance para sacar a nuestros hijos adelante. Y creo que no lo hemos hecho mal ¿verdad? la evidencia está en los logros de JA, J, Chere, Carlitos, EJ, Eric, Vero, Adrian, Ricky, Luis José y muuuuuchos chicos más.
Yo creo que mi "microchip" está dañandose y ha estado "acting up" pero ya mismo le doy "alt, ctrl, delete" a la máquina y trato otra vez,jejeje.
Publicar un comentario