Otro Más

No se que le ocurre a Super J pero como dice mi amiguita Mary Poppins, debe ser la luna. J lleva unos cuantos días comiendo como desesperado, durmiéndose en el salón y de un humor horrible.

Esta mañana le formó un escándalo a Kimberly en la tienda de la escuela. J no quiso desayunar su acostumbrado cereal y en la escuela quería tostadas. Kimberly fue a la tienda a comprarlas pero J aún no ha comprendido que para todo en la vida hay que esperar y comenzó a gritar que quería sus tostadas. Para los que no conocen y me leen, una de las características en niños con diagnósticos dentro del espectro autista es el no poder hacer turnos. Pesaba que ya habíamos superado esto pues antes formaba unos escándalos a la hora de hacer fila en el comedor, pues quería entrar primero, pero últimamente ya esperaba tranquilo. Pues como les decía, comenzó a gritar en la tienda y la Sra. le explicaba que tenia que esperar y mas él gritaba. Kimberly trataba de calmarlo pero hasta la mordió. Luego un amigo de Kimberly logró calmarlo, sacarlo de la tienda y llevárselos hasta que sus tostadas estuvieron listas. Luego del trago amargo, Kimberly me llama al trabajo y me dice, “mami, J tuvo una rabieta y nos sabes como gritaba y todo el mundo mirándolo”. Me da mucha pena con mi amada hija pues a pesar de todo ella es muy paciente con el nene y para ella no debe ser fácil pues J se pone bieeeeeeeeeen fuerte.

En la tarde cuando Kimberly fue a recogerlo al salón, J estaba dormido. La maestra le dijo a Kimberly que el nene se porto bien pero para la maestra el que J se porte bien significa que esté todo el día sentado y no dé que hacer o que pase la mitad del día durmiendo.

Cuando los recojo comencé a hablar con J diciéndole que estuvo mal lo que hizo etc, etc, y le advertí que cuando llegáramos a la casa había castigo. Tan pronto llegamos le dije que no podía ver la tele y lo senté en una silla pegado a la pared por 10 minutos. Luego lo saque y derechito para bañarse. Mientras lo bañaba le seguía diciendo que estuvo mal lo que hizo. Yo solo espero que él comprenda que lo que hace está mal y que eventualmente podamos ayudarlo a controlar su temperamento.