El Vaquero

La maestra de Super J escogió como tema de graduación, los Vaqueros. Imagínense a J vestido de vaquero bien a lo Santos Torrealba de la novela “La Tormenta”. Por cierto, J es del colorcito de Santos y su pelo es igual en color y textura. La vestimenta es como sigue; camisa de manga larga cuadros azules y blancos, mahón, botas marrón, pañuelo y sombrero. J no es de estar bien empaquetado en cuanto a ropa se refiere así que veremos a ver como logro ponerle todo este atuendo.

Cuando J era más pequeño estuvo en un Centro de Cuido, por alrededor de 2 ½ años. El entró al cuido por recomendación de una patólogo del habla que nos sugirió que lo ubicáramos en un cuido para exponerlo a otros niños, debido a su problema de socialización. Además, para que se fuera desarrollando su lenguaje. Tengo mucho que agradecerle a la maestra que tuvo J en ese cuido, pues ella indirectamente nos señalo que había algo más que problemas de lenguaje y socialización. Digo indirectamente pues recuerdo que me envió una carta donde indicaba que J presentaba retrasos en motor fino y grueso, que se molestaba cuando pasaba de una actividad a otra, que mostraba comportamiento agresivo (rabietas), que tenia mucho retraso en su lenguaje y que no socializaba con los demás niños en el centro. Además de la carta, un día ella me sugirió que lo llevara a evaluar por las características que él presentaba.

Ya para este tiempo, habíamos llevado a J donde muchos especialistas pero todavía nadie nos brindaba un diagnóstico. Al tiempo de J haber salido del cuido, un día me encontré con otra de las maestras del centro y me pregunto por J. Yo le conté que estaba en la escuela y que lo habían diagnosticado PDD-NOS. Ella no se mostró nada sorprendida y me dijo, “sabes cuando el nene estaba en el centro la maestra de J y yo comentábamos que el nene parecía autista”. Yo le contesté, ¿y por que no me dijeron algo? La maestra luego me dijo que eso era algo muy delicado y que por eso la maestra de J me había enviado la carta con las observaciones de los comportamientos de J para que nosotros tuviéramos una señal de alerta.

Bueno siguiendo con el tema, hago la historia del cuido pues mientras J estuvo allí, organizaban muchos programas e inclusive ellos preparaban y pagaban por los disfraces que los nenes utilizaban. J nunca participó en ninguno de ellos. Le hacían los vestuarios lo llevábamos a la actividad y cuando llegaba el momento de estar en la tarima, comenzaba a llorar y la maestra estaba durante todo el programa tratando de dirigir a los demás nenes y con J alhombro lloriqueando. Esto lo hizo en tres programas que ellos organizaron. Cada vez que me mencionaban que había un programa, le decía a la maestra “pero si sabes que él se porta mal y no participa” pero ella siempre me decía, “ya veras que esta vez lo va a hacer bien”. Eso nunca pasó.

Cuando llegó su graduación del cuido o Día de logros, tampoco participó. Recuerdo que los organizaron fuera del salón para que desfilaran hacia adentro. Nosotros estábamos sentados y solo escuchábamos a J llorando y peleando. Cuando por fin entraron, J venía en brazos del hijo de la directora del cuido que también trabajaba en el centro. Mi esposo estuvo durante el resto del proceso desde el protocolo, programa y entrega de certificados, sentado en el piso con J en la falda para lograr que por lo menos J estuviera al frente con sus compañeritos.

Así que veremos si para su graduación, va a participar y sobre todo si va a permitir que le ponga tanta ropa.

Antes de terminar les menciono que para el bautismo de J (tenía un añito), terminó la ceremonia en camisilla, pampers y descalzo pues estuvo llorando durante toda la actividad y entendimos que le molestaba la ropa. Cuando lo desvestimos, se quedó tranquilo.