Rey de Corazones, Segunda Parte

Me cuentan que J estaba súper contento con su rol de Rey de Corazones. Me dijo su T1 que hasta bailó. Esto me sorprendió y me alegró mucho pues J no baila. Ni tan siquiera de pequeñito que ustedes saben que un bebé escucha música y automáticamente se mueve, pues J nunca lo hizo.

Ahora que está grande es que he visto que hace un aguaje pero que realmente no se le puede llamar bailar pues solo hace unos movimientos con el cuerpo y no con sus pies.

J llegó cargado de regalos, cuando vi todo lo que traía no lo podía creer. Le regalaron peluches, libros de colorear, montones de chocolates, juguetes, postales. En fin muchas cosas lindas y esto me emocionó pues se que mucha gente quiere mucho a J.

Como dice el anuncio de una famosa tarjeta de crédito “hay cosas que el dinero no puede comprar” y una de estas cosas es el cariño y buen trato que J recibe en su escuela.

De que vale que antes pagáramos colegio privado si J no recibía este cariño, atención y dedicación que son tan fundamentales para sacar a J adelante.

Les cuento otra cosa. Mi comadre me dice que ayer en la mañana cuando llegó a la escuela ella iba cargada de los regalitos que envié para que J repartiera. Ella me dice que ella iba caminando al frente y siguió para la oficina, a soltar las cosas y J venia detrás de ella.

Cuando ella llega a la oficina se da cuenta que J no llegó con ella. Ella soltó las cosas y salió a buscar a J y se imaginó que pudiera estar en el comedor. Si por que ahora J, aunque desayuna en las mañanas, cuando llega a la escuela se mete al comedor.

Allí le preparan sus pancakes, con la harina GFCF y si algún día sirven huevo pues ese día le separan la ración de J para cuando él llegue se la coma. Ahhh, por que ahora J come huevo. Luego de casi 6 años intentando, por fin lo come.

Continuando con el cuento, mi comadre se asoma al comedor y allí estaba J sentadito en una mesa acompañado por un maestro y comiendo su huevo. Ya mi J se defiende de lo más bien, me imagino que entró al comedor y su compinche del comedor le sirvió su huevo y el maestro que conoce muy bien a J lo sentó con él en la mesa a velarlo.

Digo compinche pues es una muchacha que trabaja en el comedor que es locura con J y cuando su T1 no está, ella se ha sentado con J en el comedor a darle la comida.

J se ha dado a conocer muy bien en la escuela y todos los maestros ya lo conocen y cuando lo ven necesitando algún tipo de asistencia, pues lo ayudan.

No me canso de darle mil gracias a Papito Dios por habernos puesto en nuestro camino a esta escuela y su personal que son gente maravillosa. Especialmente a mi comadre que es otra madre para J. Comadrita “WE LOVE YOU”.

Recuerdan el asunto que les mencioné con la T1, pues ayer me informó que todo se resolvió. El Director de la escuela intervino con la persona que la maltrató de palabras y esta le pidió disculpas y se aclaró la situación.

Me alegro mucho pues si yo no veía que se tomara acción, yo iba a intervenir pues el asunto también involucraba a J.