Gente que está pasando. Ya el Día de Reyes no es lo que era antes. Cuando yo me criaba el Día de Reyes era todo una celebración.
Recuerdo que los niños eran mucho más inocentes y que uno creía en los Reyes hasta los 10 ó 11 años. En la noche uno iba a buscar yerba para dejarle a los camellos esto se hacia con mucha ilusión.
Amanecía el Día de Reyes y desde temprano en la mañana uno salía a la calle para velar a los niños correr sus bicicletas nuevas, sus patines, jugar con su carritos de control remoto, o pasear las muñecas en los coches.
Yo siempre tenía por costumbre con Kimberly y Kristian y ahora con J que tan pronto se despertaban en la mañana, abrían sus regalos, y jugaban un ratito los vestía bien lindos y salíamos.
Nos íbamos de casa en casa, de los familiares, a recoger los regalos que los Reyes le dejaron en cada casa.
Ya casi ningún niño recoge hierba. Este año mi suegro estaba sentido pues ninguno de sus nietos fue a dejar hierba en su casa para los Reyes. De verdad que se nos chispoteó pues en años anteriores se había hecho.
Esta mañana J despertó y ni recordó que era Día de Reyes. De hecho hoy J ha estado en baja, como dice Francisco. Un poco de ecolalia aquí y allá, mal humor y llanto. Se levantó de su cama como a las 6:45 de la mañana y se acostó al lado de Francisco. Allí estuvo un rato y luego se sentó en la cama.
Lo primero que dijo fue “ya es día”. Francisco le preguntó “¿qué día es hoy?” y J le dijo “hoy es sábado”. Luego Francisco le dijo ¿sábado de qué?” y entonces J dijo “sábado de sorpresa” dicho sin ninguna emoción.
Se bajó de la cama esperando por nosotros y luego abrió la puerta del cuarto y dijo, “allí están los regalos”. Le dimos sus regalos y los abrió. Como siempre lo que le llamó la atención fue un juego para el DS que le trajeron los Reyes.
Los Reyes le trajeron una batería electrónica chulísima pero le vino a hacer caso como una hora después.
Nos preparamos y salimos a llevar a J a recoger sus regalos a casa de la familia. En todo el camino que recorrimos no vimos ni a un solo niño en la calle jugando con bicicletas etc. Ni tan siquiera con los famosos “power wheels” que en los últimos años han estado tan de moda.
¿Dónde estaban todos los niños?, apuesto que dentro de las casas jugando con juegos electrónicos.
Cada vez que llegábamos a un lugar, J abría su regalo e inmediatamente decía “vamos a mi casa”.
Así fue a en cada casa que lo llevamos, meno mal que todo el mundo lo conoce y no se sienten mal. J abre los regalos y no reacciona con sorpresa a menos que sea algo que realmente le llame la atención que son lo juegos electrónicos y películas.
Mi suegro como todos los años botó la pelota. Le regalaron este único carro control remoto que un poco más y J cabe dentro de él. Y no conforme con es, le regalaron otro más pequeño. Y un montón de juguetes más, también zapatos, set de sabanas de Cars, Comforter, ropa y dos juegos de DS. Adivinen a que fue lo único que J le hizo caso, siiiiiii los juegos. Después se pone como nene chiquito pues J no le hizo caso a lo demás.
Ahora esos J y los va abriendo poco a poco cuando se le pasa la fiebre con los juegos nuevos. Así tiene regalos para abrir por lo menos una semana más.
Dejamos para último ir a casa de mi hermano pues nos pensábamos quedar un buen rato allí. Queríamos que J compartiera con sus primitos y además mis papás venían de San Juan.
Mi hermano montó una casa de brinco que tienen los nenes y J se entretuvo un rato. Pero llegó el momento que comenzó a decir que quería irse. Mi hermano le ofreció prenderle el aire del cuarto y que viera muñequitos y J feliz de la vida. Así pudimos quedarnos por un buen rato.
Entre pelea y pelea, logramos tener a J fuera de la casa como desde las 10:00 a.m. hasta las 5:00 de la tarde. Y esto mi gente es un gran logro.
Bueno ya terminaron las navidades y poco a poco regresamos a la normalidad. Digo para nosotros, y las otras familias con chicos especiales, nuestras vidas nunca son muy normales que digamos pero me refiero a que regresamos a la rutina nuevamente.
Espero que su Día de Reyes haya sido uno lindo y de unión familiar.
Recuerdo que los niños eran mucho más inocentes y que uno creía en los Reyes hasta los 10 ó 11 años. En la noche uno iba a buscar yerba para dejarle a los camellos esto se hacia con mucha ilusión.
Amanecía el Día de Reyes y desde temprano en la mañana uno salía a la calle para velar a los niños correr sus bicicletas nuevas, sus patines, jugar con su carritos de control remoto, o pasear las muñecas en los coches.
Yo siempre tenía por costumbre con Kimberly y Kristian y ahora con J que tan pronto se despertaban en la mañana, abrían sus regalos, y jugaban un ratito los vestía bien lindos y salíamos.
Nos íbamos de casa en casa, de los familiares, a recoger los regalos que los Reyes le dejaron en cada casa.
Ya casi ningún niño recoge hierba. Este año mi suegro estaba sentido pues ninguno de sus nietos fue a dejar hierba en su casa para los Reyes. De verdad que se nos chispoteó pues en años anteriores se había hecho.
Esta mañana J despertó y ni recordó que era Día de Reyes. De hecho hoy J ha estado en baja, como dice Francisco. Un poco de ecolalia aquí y allá, mal humor y llanto. Se levantó de su cama como a las 6:45 de la mañana y se acostó al lado de Francisco. Allí estuvo un rato y luego se sentó en la cama.
Lo primero que dijo fue “ya es día”. Francisco le preguntó “¿qué día es hoy?” y J le dijo “hoy es sábado”. Luego Francisco le dijo ¿sábado de qué?” y entonces J dijo “sábado de sorpresa” dicho sin ninguna emoción.
Se bajó de la cama esperando por nosotros y luego abrió la puerta del cuarto y dijo, “allí están los regalos”. Le dimos sus regalos y los abrió. Como siempre lo que le llamó la atención fue un juego para el DS que le trajeron los Reyes.
Los Reyes le trajeron una batería electrónica chulísima pero le vino a hacer caso como una hora después.
Nos preparamos y salimos a llevar a J a recoger sus regalos a casa de la familia. En todo el camino que recorrimos no vimos ni a un solo niño en la calle jugando con bicicletas etc. Ni tan siquiera con los famosos “power wheels” que en los últimos años han estado tan de moda.
¿Dónde estaban todos los niños?, apuesto que dentro de las casas jugando con juegos electrónicos.
Cada vez que llegábamos a un lugar, J abría su regalo e inmediatamente decía “vamos a mi casa”.
Así fue a en cada casa que lo llevamos, meno mal que todo el mundo lo conoce y no se sienten mal. J abre los regalos y no reacciona con sorpresa a menos que sea algo que realmente le llame la atención que son lo juegos electrónicos y películas.
Mi suegro como todos los años botó la pelota. Le regalaron este único carro control remoto que un poco más y J cabe dentro de él. Y no conforme con es, le regalaron otro más pequeño. Y un montón de juguetes más, también zapatos, set de sabanas de Cars, Comforter, ropa y dos juegos de DS. Adivinen a que fue lo único que J le hizo caso, siiiiiii los juegos. Después se pone como nene chiquito pues J no le hizo caso a lo demás.
Ahora esos J y los va abriendo poco a poco cuando se le pasa la fiebre con los juegos nuevos. Así tiene regalos para abrir por lo menos una semana más.
Dejamos para último ir a casa de mi hermano pues nos pensábamos quedar un buen rato allí. Queríamos que J compartiera con sus primitos y además mis papás venían de San Juan.
Mi hermano montó una casa de brinco que tienen los nenes y J se entretuvo un rato. Pero llegó el momento que comenzó a decir que quería irse. Mi hermano le ofreció prenderle el aire del cuarto y que viera muñequitos y J feliz de la vida. Así pudimos quedarnos por un buen rato.
Entre pelea y pelea, logramos tener a J fuera de la casa como desde las 10:00 a.m. hasta las 5:00 de la tarde. Y esto mi gente es un gran logro.
Bueno ya terminaron las navidades y poco a poco regresamos a la normalidad. Digo para nosotros, y las otras familias con chicos especiales, nuestras vidas nunca son muy normales que digamos pero me refiero a que regresamos a la rutina nuevamente.
Espero que su Día de Reyes haya sido uno lindo y de unión familiar.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario