J tuvo hoy un día de turismo en la escuela. La maestra le llama días de turismo a los días en que J no hace el trabajo y está visitando el espacio sideral. En esos días también le da por dormirse en el salón y por lo general también lo acompaña con una rabietita.
Kimberly me cuenta que en la tarde cuando iban camino a la casa de mi hermano, un niño que viaja con mis hijos en la guagua se le acercó a J y le dijo algo en el oído. Acto seguido, J se voltea hacia donde Kimberly y le dijo “me ca……. en tu madre”. Dios mío un niño de apenas 4 años mandando a J a que dijera esto.
Kimberly le llamó la atención a J y como él se molesta cuando lo regañan, le dio una rabieta con Kimberly. Pobre hija mía pues a pesar de que J es bien apegado a ella, siempre es ella la que recibe las descargas de sus corajes. Cuando él está en unos de esos episodios de rabieta le da con morderla, darle o simplemente molestarla.
No es que yo quiera justificar a Super J pero él en realidad no sabe lo que dijo simplemente lo repitió pues el nene le pidió que lo hiciera. Esto me da un poco de temor pues ya ven que este niño sabe que puede manipular a J y tuvo la suficiente malicia para decirle que hiciera algo indebido. Kimberly también le llamó la atención al otro niño y le dio la queja a la abuelita.
J tiene un carácter fuerte y cuando pasa un coraje o se le mete algo en la cabeza es bien difícil hacerlo entrar en razón. Cuando yo llego a recogerlos, J sale a recibirme y me agarra por la mano y me dice “yo quiero mi casa” y me doy cuenta que estaba de mal humor pues ni tan siquiera quería que yo entrara a saludar. Cuando él se comporta de esta manera ya yo se que algo sucedió, el muchachito es liiiiisto. Yo rapidito le pregunté que si había pasado algo y me dijo “toy nojao con Kimberly”. Kimberly, que ya para este momento estaba a mi lado, me dice “mami sabes lo que me dijo J” y me hace el cuento. J se enojó aún más pues Kimberly me estaba dando la queja.
En el camino hacia mi casa voy con la cantaleta diciéndole a J que eso no se dice y que no puede estar repitiendo las cosas que le dice ese niño. Pero J iba enfocado en que tenía coraje con Kimberly por haberlo regañado y se enojaba si ella lo miraba o si ella hablaba.
Cuando llego a mi casa Kimberly se baja a abrir el portón, y yo entro el carro. Antes de seguir déjenme explicarles algo. Desde el portón hasta la casa hay un tramo bien largo y mi casa queda en una loma y el portón a la orilla de la calle. La casa queda en el medio de una finca de 32 cuerdas, si mi gente somos de campo y a orgullo. Luego les cuento en detalle sobre la finca. Anyway, a veces me pongo a bromear con Kimberly y cuando se está acercando a abrir la puerta para montarse nuevamente en el carro, yo acelero y no dejo que se monte. Esto lo hago varias veces y J se muere de la risa cuando ve que Kimberly trata de montarse y yo no la dejo y más se ríe cuando escucha a Kimberly que me grita ¡MAAAMI YA! Volviendo al tema, cuando llego y él ve que Kimberly se baja para abrir el portón me dice aún enojado “mami deja a Kimberly”. Yo lo complazco pero antes le hago señas a Kimberly como quien dice prepara tu mejor actuación e hicimos la bromita. Cura santa, al principio el quería reír pero a la vez ponía gesto de coraje pero luego terminó riéndose y se le quito el coraje que traía con Kimberly por haberlo regañado.
2 comentarios:
Siempre digo que cuando la luna esta rondando las cosas se viran alreves..Chere tambien tuvo, no un dia..sino una semana de madre...
Pues niña aún el mío no termina pues hoy fue otro día de esos.
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