Mañana mi comadre no va a trabajar pues tiene que resolver un asunto. Así que Francisco llevará a J a la escuela en la mañana. A las 11:15 a.m. yo llegaré a la escuela para relevar a la ASE de J y que ella tome su hora de almuerzo. Me quedo con J hasta las 12:15 que es la hora de entrada de su grupo y la ASE se hace cargo. En la tarde mi suegro irá a recoger a J a las 2:00 p.m., aunque J sale a las 3:00 p.m., pues él también tiene que ir a recoger a los primitos de J.
Se fijan todos los arreglos y complicaciones que envuelve cuando o la ASE de J se ausenta o mi comadre no puede ir a la escuela. Pero con esto hay que lidiar pues mi comadre es nuestra salvación pero pues hay ocasiones que se le presentan asuntos que tiene que resolver y nosotros entendemos perfectamente.
Si no fuera por ella no hubiese sido posible tener a J en esa escuela. Si no fuera por ella la otra opción que teníamos era que J permaneciera en el Colegio donde está Kimberly, donde J estuvo en Kinder, y que no le fue muy bien.
El sistema privado de ninguna forma es opción para J pues no le ofrecen las ayudas que está recibiendo ahora en el sistema público. No tendría una ASE que ha sido uno de los servicios fundamentales para que J haya podido funcionar en corriente regular.
Y de todas formas, que hubiese ocurrido para el próximo año que Kimberly se gradúa y ya no estará en el Colegio. Ciertamente la decisión de cambiar a J al sistema publico fue la mejor y claro está el ofrecimiento de mi comadre a hacerse cargo de J.
Cuando J iba para Kinder ya mi comadre nos había hecho el ofrecimiento pero optamos por tratar el colegio. Los que conocen a J desde hace tiempo saben que a J no le fue muy bien en Kinder. Siempre agradezco a Aimée que nos aconsejó para que brincáramos el charco al sistema público, jejeje.
Con sus muchos defectos y las batallas que hemos tenido que librar, el sistema público ha sido una buena opción para J. Y no debo quejarme pues yo se que a otros padres le ha ido mucho peor en cuanto a conseguir servicios para sus hijos. Le doy Gracias a Dios todos los días por ayudarnos.
Lo único que hubiese deseado es que la escuela donde está J fuese hasta cuarto año, pero es solo hasta sexto. No sabemos si cuando J salga de sexto, si Dios lo permite, a la escuela que vaya se encuentre con tantos Angeles como en esta escuela.
Cuando J llegue a cuarto grado le tocará de maestra, su madrina. La ventaja que tenemos es que ella lo conoce y lo maneja súper bien así que para ella no será un reto tener a J de estudiante.
Ella cuando sale de la escuela si tiene que hacer alguna gestión se lleva a J. Ya sea para el Banco, oficinas que tenga que visitar, el supermercado o cualquier sitio que ella tenga que ir. Ella nos ha ayudado mucho pues J se ha acostumbrado a visitar estos sitios y sobre todo a controlarse y a esperar. Por eso cuando ahora salimos a distintos lugares con J, es muco mas fácil.
El otro día estaba hablando con Kristian y me dijo “oye mami yo vi al nene hoy en el Banco”. Kristian me contó que fue donde J y que cuando J lo vio le dijo “KRISTIAN, QUE TU ESTAS EN EL BANCO”, como quien dice, “Kristian que tú haces aquí”.
Por fa, lean el anuncio que sigue a este post.
Se fijan todos los arreglos y complicaciones que envuelve cuando o la ASE de J se ausenta o mi comadre no puede ir a la escuela. Pero con esto hay que lidiar pues mi comadre es nuestra salvación pero pues hay ocasiones que se le presentan asuntos que tiene que resolver y nosotros entendemos perfectamente.
Si no fuera por ella no hubiese sido posible tener a J en esa escuela. Si no fuera por ella la otra opción que teníamos era que J permaneciera en el Colegio donde está Kimberly, donde J estuvo en Kinder, y que no le fue muy bien.
El sistema privado de ninguna forma es opción para J pues no le ofrecen las ayudas que está recibiendo ahora en el sistema público. No tendría una ASE que ha sido uno de los servicios fundamentales para que J haya podido funcionar en corriente regular.
Y de todas formas, que hubiese ocurrido para el próximo año que Kimberly se gradúa y ya no estará en el Colegio. Ciertamente la decisión de cambiar a J al sistema publico fue la mejor y claro está el ofrecimiento de mi comadre a hacerse cargo de J.
Cuando J iba para Kinder ya mi comadre nos había hecho el ofrecimiento pero optamos por tratar el colegio. Los que conocen a J desde hace tiempo saben que a J no le fue muy bien en Kinder. Siempre agradezco a Aimée que nos aconsejó para que brincáramos el charco al sistema público, jejeje.
Con sus muchos defectos y las batallas que hemos tenido que librar, el sistema público ha sido una buena opción para J. Y no debo quejarme pues yo se que a otros padres le ha ido mucho peor en cuanto a conseguir servicios para sus hijos. Le doy Gracias a Dios todos los días por ayudarnos.
Lo único que hubiese deseado es que la escuela donde está J fuese hasta cuarto año, pero es solo hasta sexto. No sabemos si cuando J salga de sexto, si Dios lo permite, a la escuela que vaya se encuentre con tantos Angeles como en esta escuela.
Cuando J llegue a cuarto grado le tocará de maestra, su madrina. La ventaja que tenemos es que ella lo conoce y lo maneja súper bien así que para ella no será un reto tener a J de estudiante.
Ella cuando sale de la escuela si tiene que hacer alguna gestión se lleva a J. Ya sea para el Banco, oficinas que tenga que visitar, el supermercado o cualquier sitio que ella tenga que ir. Ella nos ha ayudado mucho pues J se ha acostumbrado a visitar estos sitios y sobre todo a controlarse y a esperar. Por eso cuando ahora salimos a distintos lugares con J, es muco mas fácil.
El otro día estaba hablando con Kristian y me dijo “oye mami yo vi al nene hoy en el Banco”. Kristian me contó que fue donde J y que cuando J lo vio le dijo “KRISTIAN, QUE TU ESTAS EN EL BANCO”, como quien dice, “Kristian que tú haces aquí”.
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2 comentarios:
La Escuela Pública es una muy buena alternativa para muuuuuchos
Me alegro muuucho más de q haya funcionado...
No te creas yo también toy' 'sustá con la vida luego de sexto.... jejej
Hola Aimée...Si mija, la vida luego de sexto me da la canillera. Pero esperemos y confiemos en nuestros hijos y que también puedan con ese reto.
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