El Amor de Su Hermana

Cada día J nos brinda nuevas satisfacciones. Ayer tarde cuando llegamos a la casa quería jugar con Kimberly. Le pedí a Kimberly que lo entretuviera un rato, en lo que yo cocinaba, para luego se sentara con él a hacer las asignaciones. Kimberly le dijo a J que jugaría un rato con él pero que se tenía que quitar el uniforme y cambiarse la ropa.

J se fue a su cuarto y no solo se quitó el uniforme sino que salió vestido. Nos dio gracia pero a la vez nos alegramos pues él se puso un pantalón largo de pijama, al revés, y una camisa de a diario. La camisa se la puso muy bien y estaba súper mal combinado pero lo logró, se quitó su ropa y se vistió solito. Lo felicité mucho pues a J le gusta que le hagan fiesta cuando hace algo bien.

Antes de bañarlo me dijo que quería orinar y se puso en posición para orinar de pie. Yo aguante la respiración y rogué que lo lograra. El me miró y se sonreía y trató pero decía “no cuedo” yo le decía “trata que tu puedes”. Trato varias veces pero no lo logró, luego se sentó y orinó rapidito. Noté que no se quería tocar sus parte intima yo creo que es por esto que no quiere orinar de pie. Espero que sigua intentando.

Anoche me sentí muy orgullosa de mi hija Kimberly. Ella estaba jugando con J con una bola y yo estaba en la cocina. Yo escuchaba que Kimberly le decía al nene, “se dice yo le di a la bola”. La escuché decirle esto a J varias veces y cuando fui al cuarto a ver lo que ocurría me encontré que era que J estaba usando su nombre en lugar de decir yo.

Cada vez que J golpeaba la bola decía “J le dio a bola” y pues Kimberly lo corregía. Mi chica es toda una terapista, ella está bien pendiente de cómo J dice las cosas y lo corrige cuando comete errores.

El otro día cuando veníamos en el carro, el día que J habló hasta por los codos, Kimberly me pregunta “¿mami llegará el día en que J hable completamente normal?”. Le pregunté a que se refería y me dijo “es que él habla raro” a lo que le pedí que me explicara que quería decir con que “habla raro”. Kimberly me dice “él comete errores cuando habla, en pronunciación y como usa las palabras y también tiene esa forma rara de hablar”.

Yo le explicaba a Kimberly que teníamos que dar Gracias a Dios pues J por lo menos ha desarrollado lenguaje, y mucho, ya que muchos niños con estas condiciones son no verbales. Y que teníamos que continuar ayudándolo tanto para que continúe recibiendo sus TH y nosotros también ayudarlo. Añadí que en cuanto a su “forma rara de hablar”, que me imagino que ella se refería al tono o a ese acento que él tiene, es algo común en ellos y que yo honestamente no se si esto cambiará algún día.

Hablando de esta forma rara de hablar, el otro día cuando lo llevamos al pediatra este me dijo que lleváramos a J a un otorrinolaringólogo. Le preguntamos por que y nos contestó que J sonaba como fañoso cuando hablaba. Francisco y yo no miramos pues entendimos que a lo que el médico se refería es a esa forma de hablar que tienen muchos de estos chicos. El nos dijo que tal vez J tiene problemas con las adenoides. El examinó a J y no encontró nada fuera de lo normal pero nos dijo que de todas formas lo lleváramos.

Yo sigo pensando que debe ser esta característica que comparten los niños dentro del espectro pero pensamos llevarlo pues hay que estar en el “safe side”.