Mi sobrinita se quedó con nosotros durante el fin de semana. La chica tiene 4 añitos pero la inteligencia de una de 10. Según de inteligente, así de traviesa es. Pero es bien chulita, de verdad que uno goza con ella.
J no se llevaba con ella, nunca quería compartir ni jugar con ella y se molestaba cuando ella se le acercaba.
Este fin de semana para sorpresa nuestra, jugó con ella aquí en la casa y compartió sus juguetes.
Nos llevamos a mi sobrinita para la actividad de ayer del Grupo de apoyo y se portó de maravilla. Tan es así que Kimberly, Francisco y yo comentábamos que estábamos sorprendidos con su comportamiento.
Hoy regresaba a casa de mi hermano pero ella no se podía ir si hacerle honor a su reputación. Esta mañana cuando ya estábamos todos en el carro J se antoja de llevarse un juego de DS. Yo entré nuevamente a la casa a buscar el juego y cuando abro el estuche donde se guardan, estaba vació.
Por poco me da un infarto, inmediatamente fui y verifiqué el estuche de los juegos de Game Boy y también estaba vacío.
Salí afuera a preguntarle a J donde estaban los juegos y J contestó “ella los tocó”, refiriéndose a mi sobrina. No sabíamos donde había puesto los juegos y la interrogamos. Resulta que ella había sacado todos los juegos y nos decía que estaban en un lugar pero no la entendíamos. Yo regresé al cuarto y me volví loca buscando y por fin los encontré.
Ella los había puesto en una caja que J tiene de guardar carritos de estos tipos “Hot Wheels”. Pero cuando me fijo bien, faltaban unos cuantos. Kimberly comenzó a ayudarme a buscarlos y en el sofá del cuarto de J y en el piso había otros más. Recogimos todo lo que encontramos y pensé que estaban completos.
Dejé a Kimberly y a mi sobrinita en la casa de mi hermano y me fui con J a sus terapias. Por cierto hoy fue la última terapia de habla pero J continuará todo el mes de julio con la TO.
Cuando llegamos a la casa en la tarde agarré la caja donde mi sobrinita había colocado los juegos y le dije a J que revisara si no le faltaba alguno. Y que creen, si faltaba un juego.
J tiene una habilidad para mantener inventario de sus cosas que es increíble. Yo jamás me hubiese dado cuenta que faltaba un juego.
Comenzamos a buscar el juego y no aparece así que allí está J con uno de sus corajes y desquitándose con Kimberly. Hemos buscado por todos lados pero el Bendito juego no está.
Esos juegos son bien pequeños y son fáciles de perder. J está enojado y pues ahora quiere jugar con ese juego en específico. Podría apostar a que en otras circunstancias él no le hubiese hecho caso o tal vez hace mucho tiempo que ni juega con ese juego.
Ya anoche J decía, refiriéndose a su primita, “lleva a ella a su casa, se está portando mal” y “lleva a ella a su casa me está molestando”.
Dios quiera que aparezca el juego pues J ya me tiene nerviosa.
J no se llevaba con ella, nunca quería compartir ni jugar con ella y se molestaba cuando ella se le acercaba.
Este fin de semana para sorpresa nuestra, jugó con ella aquí en la casa y compartió sus juguetes.
Nos llevamos a mi sobrinita para la actividad de ayer del Grupo de apoyo y se portó de maravilla. Tan es así que Kimberly, Francisco y yo comentábamos que estábamos sorprendidos con su comportamiento.
Hoy regresaba a casa de mi hermano pero ella no se podía ir si hacerle honor a su reputación. Esta mañana cuando ya estábamos todos en el carro J se antoja de llevarse un juego de DS. Yo entré nuevamente a la casa a buscar el juego y cuando abro el estuche donde se guardan, estaba vació.
Por poco me da un infarto, inmediatamente fui y verifiqué el estuche de los juegos de Game Boy y también estaba vacío.
Salí afuera a preguntarle a J donde estaban los juegos y J contestó “ella los tocó”, refiriéndose a mi sobrina. No sabíamos donde había puesto los juegos y la interrogamos. Resulta que ella había sacado todos los juegos y nos decía que estaban en un lugar pero no la entendíamos. Yo regresé al cuarto y me volví loca buscando y por fin los encontré.
Ella los había puesto en una caja que J tiene de guardar carritos de estos tipos “Hot Wheels”. Pero cuando me fijo bien, faltaban unos cuantos. Kimberly comenzó a ayudarme a buscarlos y en el sofá del cuarto de J y en el piso había otros más. Recogimos todo lo que encontramos y pensé que estaban completos.
Dejé a Kimberly y a mi sobrinita en la casa de mi hermano y me fui con J a sus terapias. Por cierto hoy fue la última terapia de habla pero J continuará todo el mes de julio con la TO.
Cuando llegamos a la casa en la tarde agarré la caja donde mi sobrinita había colocado los juegos y le dije a J que revisara si no le faltaba alguno. Y que creen, si faltaba un juego.
J tiene una habilidad para mantener inventario de sus cosas que es increíble. Yo jamás me hubiese dado cuenta que faltaba un juego.
Comenzamos a buscar el juego y no aparece así que allí está J con uno de sus corajes y desquitándose con Kimberly. Hemos buscado por todos lados pero el Bendito juego no está.
Esos juegos son bien pequeños y son fáciles de perder. J está enojado y pues ahora quiere jugar con ese juego en específico. Podría apostar a que en otras circunstancias él no le hubiese hecho caso o tal vez hace mucho tiempo que ni juega con ese juego.
Ya anoche J decía, refiriéndose a su primita, “lleva a ella a su casa, se está portando mal” y “lleva a ella a su casa me está molestando”.
Dios quiera que aparezca el juego pues J ya me tiene nerviosa.
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