Que mala costumbre tenemos nosotros los puertorriqueños, siempre dejamos todo para último minuto.
Ayer el shopping center estaba repleto. Después nos quejamos de que las cosas están malas y no hay dinero. Si supieran lo que yo salí a comprar, papel de regalo, tape, y ganchos de ropa y me iba a dar la vuelta por la juguetería para ver si en último momento encontraba el perrito aquel del que les hablé en un post anterior.
No conseguí ese mismo perrito pero encontré otro que está bien nítido. Uno le pasa la mano por la cabeza y ladra y se mueve. Si se le aprieta la patita la levanta y se la da a uno. También se agacha en el piso y mueve la colita.
Hace lo mismo que uno real y la ventaja es que no ensucia, no hay que darle comida y J no le va a tener miedo. Y lo mejor de todo, solo costaba $22.00. ¡Ah! y le conseguí otro carrito de Cars a J y solo había ese. Es como si hubiese estado esperando por mí para que J lo tuviera para Santa Claus.
Como les decía, salí a buscar unas cositas y terminé con otras pero realmente les digo que había muchas ofertas buenas y puede comprarle una ropa a J y unos tenis que le hacían falta.
También me cité con Kristian pues el quería de regalo de Santa unos tenis y yo le dije que llegara al shopping para comprárselos. Salió bien pues casi por el precio de uno, pudo comprar dos pares. ¡SI! todavía Santa le trae regalos a Kristian, que les puedo decir él sigue siendo mi bebé.
De Kimberly les cuento que me llama todo los días. Me dice que ayer hacia un frío pelú. La temperatura estaba entre 35° y 40°. Yo que me congelo a 75° en la oficina. De hecho yo vivía en New York y regresé a Puerto Rico huyéndole a la nieve y al frío. Además, Kimberly se me enfermaba mucho cuando estábamos allá.
De J les digo que está bien contento pues como él dice “falta poco y viene Santa”. Allí está viendo la película de “Chiken Little” y antes de esa estaba viendo la de “Los Incredibles”. Me gustaría que pudieran escucharlo, está riéndose a carcajadas con la película.
No se imaginan la felicidad que me da cundo lo escucho reír de esa forma pues hace uno o dos años, él ni sonreía.
Nosotros estamos más emocionados que J de que llegue Santa. Este es el primer año que él está pendiente a los días que faltan para la llegada de Santa Claus y que realmente entiende bien lo que ocurre. Pero no se equivoquen, él sabe que luego vienen los Reyes.
Así que después del lunes comenzará con a contar los días para los Reyes.
El viernes cuando lo retrataron con Santa, nada de miedo le dio. Francisco me dice que cuando J estaba en la fila llegó un niño y se iba a parar frente a J y J sacó la mano y le dijo al niño, ¡ATRÁS! Mi chico se defendió de lo más bien.
Hoy ha sido un día bueno. J se ha portado de maravilla, ha comido muy bien y ya le dije que a las 9:00 en punto se tiene que acostar a dormir. Cuando él su duerma, mami va a ayudar a Santa a empaquetar regalos y papi a velar que J no se despierte.
Así que me espera un noche laaaaaaaaaaaarga.
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