Hoy J Decidió Ser Feliz

Mi vida ha cambiado un poco, aún me siento rara. Me dan mareos, no puedo bajarme o moverme bruscamente, ni puedo usar zapatos de tacones pues no tengo el mismo balance. Siento presión en la cabeza pero pienso que esto pueda ser el medicamento.

Gracias a Dios Francisco y Kimberly se han portado y se están portando tremendamente. Se han dividido las tareas y yo pues hago algunas cosas que no conlleven mucho esfuerzo.

Sobre todo alejada de los cuchillos, jajaja. Yo soy medio bruta para manejar cuchillos, siempre me corto los dedos y pues ahora no me puedo dar el lujo de cortarme pues como estoy bajo el tratamiento de anticoagulantes, cualquier herida puede causar un sangrado profuso.

Recuerdan cuando les mencioné que el día que me hicieron el MRI que me dijeron que no me podía mover entonces fue que me dio picor, calambre, etc. Ahora con esto de no darme golpes me pasa igual. La Dra. me dijo que me cuidara de los golpes pues me van a salir moretones inmediatamente y como me lo dijo pues estoy que choco hasta con mi sombra, jajaja. Me he metido cantazos, en el codo, en la rodilla, todo se me mete al medio, jajaja. Afortunadamente solo me ha salido un moretón bien pequeñito.

Hoy regresé al trabajo aunque aún no me siento bien del todo pero tengo muchas cosas pendientes. Eso si, ya decidí que si no me siento bien pido permiso y me vengo para la casa. Si yo no me cuido nadie lo hará por mí y pues el trabajo se queda y uno es más importante.

J está bastante bien, comiendo muchísimo. Aún está en el campamento y pues por lo menos le gusta. Esta mañana J se despertó muy sonriente y me dijo “yo estoy feliz”. Le dije “que bueno J ¿y porque estas feliz?” J me contestó “no sé pero estoy feliz”.

Me fui a trabajar y me quedé pensando en las palabras de J y pues llegué a la conclusión de que J tiene toda la razón. No hay que tener un motivo, ni una razón en específico para sentirse feliz.

Cada persona al despertar decide si quiere o no estar feliz. Cada persona decide como será su día, si dejaran que lo agobie el trabajo, la gente, la situaciones del diario vivir. Si te levantas y decides que pasaras un día pésimo y aunque el día no lo sea lo percibirás de esa forma. Por el contrario, si decides que nadie te va a afectar, que le vas a sonreír a la vida pues entonces tendrás un día maravilloso.

Hoy J decidió que seria feliz y pues yo también.