Este post lo publiqué en otro foro pero queria compartirlo con ustedes tambien
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El que conoce y sabe lo que es el Autismo puede coincidir conmigo cuando digo que con el Autismo uno aprende a valorar cada detalle y las cosas simples de la vida.
Ayer me fui de Shopping a Plaza del Caribe (anuncio no pagado) a darme unos gustitos y pasé uno de los días más felices de mi vida.
Ustedes se preguntaran ¿qué tiene esto de especial? pues ahora les cuento.
El Autismo para nuestros hijos llega acompañado de grandes rabietas, problemas de conducta, y no por que es malcriado o caprichoso sino por todas las frustraciones que siente un niño con autismo cuando no se puede comunicar, cuando no puede hablar, cuando el mundo de los demás llega a ser doloroso e infernal.
También tienen problemas sensoriales que les afectan su percepción del ambiente; entiéndase sonidos, olores, tacto, etc. Para un niño con Autismo el ir a un Shopping Center lleno de gente hablando a la vez, de sonidos de alto parlantes, de distintos olores puede ser tan agonizante y doloroso como que nos arrancaran las uñas a sangre fría.
Por muchos años estuvimos trabajando estos problemas con mi hijo y por muchos años no podíamos salir a ciertos lugares con él pues le daban episodios de rabietas, no soportaba estar mucho tiempo en un lugar y terminábamos regresando a la casa o saliendo por separado. Cuando yo tenía que salir mi esposo se quedaba con él y viceversa.
Llevamos años trabajando modificación de conducta y con esto hemos aprendido que cuando uno quiere buenos resultados hay que aprender a negociar.
Ayer mi hijo me acompañó de Shopping. Desde el día anterior comencé a prepararlo y decirle lo que íbamos a hacer. Esto de prepararlos con anticipación es una buena estrategia pues a ellos no les gusta los cambios repentinos en sus rutinas y que no puedan anticipar lo que va a suceder.
Le dije que iríamos al Shopping center y que yo iba a comprar unas cosas. Establecimos un itinerario en el que acordamos que llegaríamos a las tiendas, yo tal vez entraría a probarme ropa, que él entraría conmigo y se podía llevar sus DS para que se entretuviera.
Entonces él comienza a negociar y me dice; a las 12:00 almorzamos en BBK (otro anuncio no pagado) yo le digo que tal vez no exactamente a las 12:00 (por aquello de que no siempre tiene que ser a horarios exactos) pero que si lo llevaría a BBK.
Luego continuamos negociando y yo le digo “luego que almorcemos seguimos de compras a lo que él me contesta “si yo porto bien (tiene un poco de problemas de habla) tu me compras el juego de “Sonic Advance 2”. El niño sabe negociar muy bien.
Una de las características de estos chicos con Autismo es que tienen obsesiones y cada uno de ellos tiene un tema de obsesión distinta. En el caso de mi chico es con la tecnología y esto incluye especialmente los juegos electrónicos. Ahora se ha dedicado a coleccionar juegos de Sonic y lo difícil es que son juegos viejos de “Game Boy”.
En parte es una ventaja pues son mucho más económicos que los de DS o Wii pero la desventaja es que no siempre se consiguen.
Anticipando que no estuviera ese juego en específico, seguimos negociando. Yo le ofrezco que si se porta bien, cuando yo termine todo lo que tenia que hacer iríamos a comprarle el juego y que si no estaba ese podía escoger otro pero que no podía darle coraje si no encontraba el juego de Sonic. El me dijo “ok” y pues comenzó nuestra aventura.
Llegamos como a eso de las 10:00 a.m. Entré a una tienda, no me gustó nada y nos fuimos a otra. Allí encontré algunas cosas que me gustaron y entré al probador con mi chico acompañándome. El se sentó en una esquinita del piso a jugar con su DS y de vez en cuanto levantaba la vista y me decía “te queda lindo mami”.
El que mi hijo me mirara y me dijera que algo me quedaba lindo hacia que se me hinchara el pecho de la emoción. Era como si un diseñador famoso me dijera que sentía orgullos de que yo pudiera llevar de forma espectacular una pieza de su colección.
Pero regresemos a la parte de que mi chico se ha convertido en tremendo negociante y pues su comentario tal vez venia con la intención de tenerme contenta y que mi bolsillo se aflojara un poco.
Esto lo comprendí luego de mirarme en el espejo y darme cuenta que mi hijo me miraba con los ojos de su alma pues la ropa me quedaba horrible. Regresé a la realidad y concluí que definitivamente el diseñador de esas piezas no pensó en mí al diseñarlas.
Estoy en una etapa de mi vida en que comienzo a tener problemas para conseguir ropa. El problema viene por mi edad combinada con mi figura. Ya no soy una teenager pero ser delgada y usar un tamaño 1 ó 3 de pantalón no es nada fácil a la hora de comprar mahones o pantalones. Para conseguir un dichoso mahón tengo que medirme docenas de ellos.
¿Donde carajos quedaron los mahones normales que no sean tan bajitos y se te vea la rabadilla? Estoy jodía pues no me sirven los tamaños misses y solo me sirven los tamaños “junior” que son los que vienen en números impares y que son tan bajitos como la herida que tengo de la esterilización.
Luego de horas conseguí un mahón, un solo maldito mahón y que les advierto que me queda bajitito pero pues lo remedié comprando una blusa larga. Pero no todo es felicidad en cuanto a mi odisea con la ropa pues los mahones tras ser bajitos son bien estrechos de piernas. Me siento como si tuviera unos leggins o panty hose debajo de una blusa. Lo más seguro terminará mi hija usándolos y no yo.
Lo importante es que luego de unas horas en las cuales mi hijo se portó como un campeón, pues aguantó como macho lo que no hubiese aguantado mi esposo cuando va de shopping conmigo, decidí alterar el pacto y llevarlo a comprar su juego. Y volvimos a negociar.
Cuando lo vi un poco aburrido y con una carita no muy feliz, a pesar de que no se quejó, le dije que lo llevaría a comprar su juego y que luego continuábamos comprando. El se puso feliz y accedió.
Fuimos a la tienda de juegos y por suerte encontramos el juego que el quería. Salimos, lo puso en su DS y me preguntó ¿cuantas tiendas faltan? En realidad tenía que ir a dos lugares más y le dije que faltaban dos tiendas, él me dijo “ok” y seguimos.
Luego que fui a las dos tiendas que faltaban, no crean que el chico no estaba pendiente, inmediatamentae me dijo “ahora necesito ir a mi casa” y nos fuimos.
Así que concluyendo, pasé un día espectacular y no hubiese deseado mejor compañía que la de mi hijo con el cual hace un año atrás no hubiese podido ir a ningún lugar y si me lo llevaba, la aventura no duraba más de 15 minutos.
Ayer me fui de Shopping a Plaza del Caribe (anuncio no pagado) a darme unos gustitos y pasé uno de los días más felices de mi vida.
Ustedes se preguntaran ¿qué tiene esto de especial? pues ahora les cuento.
El Autismo para nuestros hijos llega acompañado de grandes rabietas, problemas de conducta, y no por que es malcriado o caprichoso sino por todas las frustraciones que siente un niño con autismo cuando no se puede comunicar, cuando no puede hablar, cuando el mundo de los demás llega a ser doloroso e infernal.
También tienen problemas sensoriales que les afectan su percepción del ambiente; entiéndase sonidos, olores, tacto, etc. Para un niño con Autismo el ir a un Shopping Center lleno de gente hablando a la vez, de sonidos de alto parlantes, de distintos olores puede ser tan agonizante y doloroso como que nos arrancaran las uñas a sangre fría.
Por muchos años estuvimos trabajando estos problemas con mi hijo y por muchos años no podíamos salir a ciertos lugares con él pues le daban episodios de rabietas, no soportaba estar mucho tiempo en un lugar y terminábamos regresando a la casa o saliendo por separado. Cuando yo tenía que salir mi esposo se quedaba con él y viceversa.
Llevamos años trabajando modificación de conducta y con esto hemos aprendido que cuando uno quiere buenos resultados hay que aprender a negociar.
Ayer mi hijo me acompañó de Shopping. Desde el día anterior comencé a prepararlo y decirle lo que íbamos a hacer. Esto de prepararlos con anticipación es una buena estrategia pues a ellos no les gusta los cambios repentinos en sus rutinas y que no puedan anticipar lo que va a suceder.
Le dije que iríamos al Shopping center y que yo iba a comprar unas cosas. Establecimos un itinerario en el que acordamos que llegaríamos a las tiendas, yo tal vez entraría a probarme ropa, que él entraría conmigo y se podía llevar sus DS para que se entretuviera.
Entonces él comienza a negociar y me dice; a las 12:00 almorzamos en BBK (otro anuncio no pagado) yo le digo que tal vez no exactamente a las 12:00 (por aquello de que no siempre tiene que ser a horarios exactos) pero que si lo llevaría a BBK.
Luego continuamos negociando y yo le digo “luego que almorcemos seguimos de compras a lo que él me contesta “si yo porto bien (tiene un poco de problemas de habla) tu me compras el juego de “Sonic Advance 2”. El niño sabe negociar muy bien.
Una de las características de estos chicos con Autismo es que tienen obsesiones y cada uno de ellos tiene un tema de obsesión distinta. En el caso de mi chico es con la tecnología y esto incluye especialmente los juegos electrónicos. Ahora se ha dedicado a coleccionar juegos de Sonic y lo difícil es que son juegos viejos de “Game Boy”.
En parte es una ventaja pues son mucho más económicos que los de DS o Wii pero la desventaja es que no siempre se consiguen.
Anticipando que no estuviera ese juego en específico, seguimos negociando. Yo le ofrezco que si se porta bien, cuando yo termine todo lo que tenia que hacer iríamos a comprarle el juego y que si no estaba ese podía escoger otro pero que no podía darle coraje si no encontraba el juego de Sonic. El me dijo “ok” y pues comenzó nuestra aventura.
Llegamos como a eso de las 10:00 a.m. Entré a una tienda, no me gustó nada y nos fuimos a otra. Allí encontré algunas cosas que me gustaron y entré al probador con mi chico acompañándome. El se sentó en una esquinita del piso a jugar con su DS y de vez en cuanto levantaba la vista y me decía “te queda lindo mami”.
El que mi hijo me mirara y me dijera que algo me quedaba lindo hacia que se me hinchara el pecho de la emoción. Era como si un diseñador famoso me dijera que sentía orgullos de que yo pudiera llevar de forma espectacular una pieza de su colección.
Pero regresemos a la parte de que mi chico se ha convertido en tremendo negociante y pues su comentario tal vez venia con la intención de tenerme contenta y que mi bolsillo se aflojara un poco.
Esto lo comprendí luego de mirarme en el espejo y darme cuenta que mi hijo me miraba con los ojos de su alma pues la ropa me quedaba horrible. Regresé a la realidad y concluí que definitivamente el diseñador de esas piezas no pensó en mí al diseñarlas.
Estoy en una etapa de mi vida en que comienzo a tener problemas para conseguir ropa. El problema viene por mi edad combinada con mi figura. Ya no soy una teenager pero ser delgada y usar un tamaño 1 ó 3 de pantalón no es nada fácil a la hora de comprar mahones o pantalones. Para conseguir un dichoso mahón tengo que medirme docenas de ellos.
¿Donde carajos quedaron los mahones normales que no sean tan bajitos y se te vea la rabadilla? Estoy jodía pues no me sirven los tamaños misses y solo me sirven los tamaños “junior” que son los que vienen en números impares y que son tan bajitos como la herida que tengo de la esterilización.
Luego de horas conseguí un mahón, un solo maldito mahón y que les advierto que me queda bajitito pero pues lo remedié comprando una blusa larga. Pero no todo es felicidad en cuanto a mi odisea con la ropa pues los mahones tras ser bajitos son bien estrechos de piernas. Me siento como si tuviera unos leggins o panty hose debajo de una blusa. Lo más seguro terminará mi hija usándolos y no yo.
Lo importante es que luego de unas horas en las cuales mi hijo se portó como un campeón, pues aguantó como macho lo que no hubiese aguantado mi esposo cuando va de shopping conmigo, decidí alterar el pacto y llevarlo a comprar su juego. Y volvimos a negociar.
Cuando lo vi un poco aburrido y con una carita no muy feliz, a pesar de que no se quejó, le dije que lo llevaría a comprar su juego y que luego continuábamos comprando. El se puso feliz y accedió.
Fuimos a la tienda de juegos y por suerte encontramos el juego que el quería. Salimos, lo puso en su DS y me preguntó ¿cuantas tiendas faltan? En realidad tenía que ir a dos lugares más y le dije que faltaban dos tiendas, él me dijo “ok” y seguimos.
Luego que fui a las dos tiendas que faltaban, no crean que el chico no estaba pendiente, inmediatamentae me dijo “ahora necesito ir a mi casa” y nos fuimos.
Así que concluyendo, pasé un día espectacular y no hubiese deseado mejor compañía que la de mi hijo con el cual hace un año atrás no hubiese podido ir a ningún lugar y si me lo llevaba, la aventura no duraba más de 15 minutos.
8 comentarios:
JAJJA me encantó como supo negociar con un juego de video! jejje
Que bueno que ahora puedan disfrutar tranquilos los dos las salidas..
los shopping siempre son un problema, pero creo que para todo tipo de niño se ponen muy ansiosos!. A romy también la anticipación le sirve muchisimo, controla mejor la ansiedad, la gente y los ruidos.
Hce mucho que no vamos a un shopping, pues a decir verdad yo no soy muy fan, me molesta tanta gente a veces... pero en otros lados públicos lo ha pasado de lujo!.
Besos para J.
Que Bello YOLI!!!!!!!!!!!!Sueño con que esos días lleguen para mi y para NAchito!!!!!Es cierto que es toda una odisea salir con cuando les pasa todo eso que vos dijiste muy bien!!!Que bueno que J ya esta mejor y puede disfrutar con vos!!!!
Yoly:
Que bueno que la pasaste tan bien con Super J. Me haces soñar pensando que alguna vez podre ir de compras con mi hija y hasta negociar que hacer.
Cariños,
Rosio
Hola! que lindo lo que has escrito y siempre que llevo a Cari al Shopping se pone muy ansiosa, lógico que siempre gana ella.
Besos
Me alegro por el genial comportamiento de J,.......este niño es lo máximo.
Mil besos,............Vivi.
Yo esoty en el trabajo "y necesito irme a casa" jijiji lastima que tenga que ganarme los chavos jijij
Un beso enorme para mi J, te quiero mucho cacheton.
Lo que haces por un juego de Sonic!!!
Yoli, todos los jeanes son ahora asi de cortos, no hay forma de que toda la humanidad se entere del color de tus pantaletas, y ahora ajustados a los tobillos ufff
ahh la ultima vez que lleve a Diego a comprar bluejeanes, termino sentado en la mesa al lado d ela caja registradora y lo cuidaban la cajera y un señor que estaba esperando a su esposa que tambien estaba probandose ropa jiji del escandalo que armo en el cambiador.
y yo como loca me compr elo proimero que me cerro en estas caderas de batea, porque solo pensaba que me podian robar al muchachito... que si me lo roban me lo devuelven en 1 minuto jijijij
Este niño es un negociante jajaajaj!
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