Regresan Las Rabietas

J ha tenido algunas rabietas durante la pasada semana. Primero fue en la escuela por que la chiringa no voló. Unos días después le dio otra rabieta en la clase de Educación física por que estaba jugando “softball” y le pusieron un guante y J se molestó.

Esta vez se tiró al piso y le dio candela a la ASE. El decía que el guante le molestaba la mano y tanto fue el coraje por esto, que le dio una rabieta. Pienso que el tener la mano metida dentro del guante o sentir el contacto en su mano con el guante era en realidad lo que le molestaba.

Y el viernes le dio una rabieta en la terapia visual y no quiso trabajar. Solo le pudieron dar la mitad de la terapia.

Recuerdo que les comenté que notaba a J raro y pues el otro día yo estaba acostada en mi cama viendo la tele y J se me acercaba y se paraba a mi lado, me miraba pero no decía nada. Yo notaba algo en él y le preguntaba que si se sentía mal y me decía que no y se iba. Al rato volvía y hacia lo mismo hasta que en una me dijo “yo estoy nervioso”. Cuando traté de indagar no me decía.

Para completar mientras les escribió este post acabo de recibir una llamada de la escuela. Era una de las maestras de EE para hablarme de unos asuntos de J y me comentó que a J le había dado una rabieta hoy también. Me pregunto si mi comadre me había llamado a lo que le contesté que no. Tan pronto terminé de hablar con ella llamé a mi comadre y me contó que a J le dio una rabieta pues no quería entrar a su salón luego de la hora de almuerzo y decía que estaba aburrido.

Cuando J era más pequeño y le daba una rabieta no era tan difícil manejarlo pues si había que cargarlo para el salón u otra área pues se podía. Ahora J está grande y pesado y hoy ni mi comadre ni su ASE pudieron cargarlo para llevarlo al salón pues J se tiró al suelo y cuando trataban de cargarlo él se resistía y ejercía más fuerza.

La madrina de J y su ASE trabajan muy bien con J y se que lo que hacen por él lo hacen con mucho amor y con la mejor intención de ayudarlo, eso está claro y no hay duda sobre ello. Pero a veces pienso que ellas tienen que pasar estas experiencias con J, que se que no es fácil, y me siento mal e inútil cuando me llaman o me entero que J ha tenido una rabieta. Digo que me siento mal e inútil pues se lo fuerte que es manejar a J cuando está bajo uno de sus corajes y pues yo no estoy allí para ayudarlas.

Luego pienso en J, en como él no tiene culpa de lo que le pasa, que no sabe manejar sus frustraciones, que no nos puede explicar que le pasa para poder ayudarlo mejor.

Que cuando se tira al piso con una de sus rabietas, y por ya él ser un niño grande, tal vez otros chicos en la escuela se burlan de él. Ni me quiero imaginar los comentarios que hace la gente y pues mi comadre y la ASE de J pasando por esta situación.

Solo le pido a Dios que me ilumine y me ayude a ver como puedo entender que le está pasando a J. Que le molesta, que lo tiene con ese humor tan explosivo luego de tanto tiempo que no le daba una rabieta.

Trataré de hablar con él y ver que puedo investigar.