Dios mío J no para de crecer, o mas bien el pie no le para de crecer. Le tengo que estar comprando ropa y zapatos a cada rato pero lo más que se le queda rápido son los zapatos.
Hoy fui a comprarles tennis (zapatillas deportivas) y aproveche que había una oferta de compras una y la otra te sale a la mitad del precio original.
Como fui sin J tenia duda con el tamaño miraba un tamaño y no me parecía que le servirían a J, miraba el tamaño que le sigue y me parecían grandes. Recordé que Kimberly se pone los tennis de J y le sirven y pues Kimberly es un tamaño mas pequeño que el que uso yo.
Por lo tanto si los que J tiene ahora son del tamaño de Kimberly pues ahora correspondía el próximo tamaño que entonces me deberían servir a mí. Me mido dos pares que me gustaron y me quedaron bien así que esos les traje a J. Llegué a la casa y cuando se los medí a J le quedaron bien, bueno en realidad casi justos.
Eso es ahora que J solo tiene 8 años ni quiero pensar a que tamaño de zapatos va a llegar cuando sea un jovencito. Con la ropa pasa igual, se le quedan rápido especialmente los pantalones.
Lo miro, pienso en como han pasado los años y comparo. Ayer recordaba cuando J tenía alrededor de 2 años y si estábamos en el cuarto acostados viendo una película J se la pasaba dándole la vuelta a la cama de un lado a otro, riéndose de forma inapropiada y a la misma vez aleteando sus manitas. Era como si nosotros no existiéramos, no le interesaba interactuar.
Para ese tiempo aún no sabíamos que J tenía Autismo aunque si que algo raro ocurría. J ya recibía algunas terapias pero no tenia un diagnostico.
Hace un rato J entra al cuarto, se dirige directamente donde estoy, sentada en la computadora, me mira y me dice “¿me puedes dar un papel y un lápiz?”. Le doy una hoja de papel y le digo que busque un lápiz en su bulto de la escuela. J agarra el papel y le pregunto ¿que va a hacer con el papel?
Me está raro pues J odia escribir así que me dio curiosidad, J contesta “no se” le pregunto nuevamente “¿va a dibujar?” J dice “no” y le digo “entonces, ¿que vas a hacer con el papel?” J nuevamente responde “no se” y se va a buscar el lápiz a su bulto.
Aunque no me pudo explicar para que quería el papel, cuando comparo con hace algunos años, J ha dado un cambio sorprendente.
Hace un rato fui a su cuarto y vi que había escrito en la hoja de papel que le di. Lo que estaba escribiendo eran las contraseñas o passwords de un juego que estaba jugando en el DS.
Hoy fui a comprarles tennis (zapatillas deportivas) y aproveche que había una oferta de compras una y la otra te sale a la mitad del precio original.
Como fui sin J tenia duda con el tamaño miraba un tamaño y no me parecía que le servirían a J, miraba el tamaño que le sigue y me parecían grandes. Recordé que Kimberly se pone los tennis de J y le sirven y pues Kimberly es un tamaño mas pequeño que el que uso yo.
Por lo tanto si los que J tiene ahora son del tamaño de Kimberly pues ahora correspondía el próximo tamaño que entonces me deberían servir a mí. Me mido dos pares que me gustaron y me quedaron bien así que esos les traje a J. Llegué a la casa y cuando se los medí a J le quedaron bien, bueno en realidad casi justos.
Eso es ahora que J solo tiene 8 años ni quiero pensar a que tamaño de zapatos va a llegar cuando sea un jovencito. Con la ropa pasa igual, se le quedan rápido especialmente los pantalones.
Lo miro, pienso en como han pasado los años y comparo. Ayer recordaba cuando J tenía alrededor de 2 años y si estábamos en el cuarto acostados viendo una película J se la pasaba dándole la vuelta a la cama de un lado a otro, riéndose de forma inapropiada y a la misma vez aleteando sus manitas. Era como si nosotros no existiéramos, no le interesaba interactuar.
Para ese tiempo aún no sabíamos que J tenía Autismo aunque si que algo raro ocurría. J ya recibía algunas terapias pero no tenia un diagnostico.
Hace un rato J entra al cuarto, se dirige directamente donde estoy, sentada en la computadora, me mira y me dice “¿me puedes dar un papel y un lápiz?”. Le doy una hoja de papel y le digo que busque un lápiz en su bulto de la escuela. J agarra el papel y le pregunto ¿que va a hacer con el papel?
Me está raro pues J odia escribir así que me dio curiosidad, J contesta “no se” le pregunto nuevamente “¿va a dibujar?” J dice “no” y le digo “entonces, ¿que vas a hacer con el papel?” J nuevamente responde “no se” y se va a buscar el lápiz a su bulto.
Aunque no me pudo explicar para que quería el papel, cuando comparo con hace algunos años, J ha dado un cambio sorprendente.
Hace un rato fui a su cuarto y vi que había escrito en la hoja de papel que le di. Lo que estaba escribiendo eran las contraseñas o passwords de un juego que estaba jugando en el DS.
5 comentarios:
Ahhh! Tomàs harìa lo mismo jajaja Le encanta la Nintendo (cosa prohibidìsima para èl) y odia dibujar y escribir jajaja.
Es verdad! Uno de pronto se encuentra que pasaron tantos años, tantas cosas!!!
Besos guapa!
Lo de la ropa ni te hablo, yo no cuentro pantalones de su edad, tengo que comprarle dos tallas más, con la barriga que tiene.
Me ha sorprendido lo de apuntar la contraseña en el papel, que independiente. Ginés en eso nada, de nada. Que ilusión cuando me pase algo parecido.
Besitos, que bien veo a J.
Hola amiga:
Sí, pasan los años. Pero no la amistad ni el progreso de los niños cuando hay un trabajo bien hecho. Gracias por el premio.
Saludos cordiales.
Pues se apañó a las mil maravillas!!
Los chicos crecen a diario, y cuando menos te imagínas ya te pasaron en tamaño,......Danko en estos meses ha dado su estirón.
Besos amiga,...........Vivi.
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