Un Rato de Silencio

Estoy aquí en la casa solita. Hoy salí de trabajar y no recogí muchachos. Kimberly iba para la iglesia con una amiga y sus padres y se quedó en la casa de mi hermano. J tenía una evaluación de Tomatis hoy así que Francisco fue a llevarlo.

Me estoy tomando este pequeño momento de soledad para leer con calma los montones de e-mails que tengo sin leer y escribir para ustedes. ¡Y HOY NO COCINO!, me voy en huelga. El que quiera comer que se haga un sándwich, claro J no come sándwich pero en casa de mi suegro le dieron de comer antes de Francisco recogerlo.

Mi comadre me llamó hoy al mediodía para decirme que la maestra de J quiere que él haga el papel de José en un programa de navidad en la escuela. La maestra dice que no lo va a poner a memorizarse diálogos solo que se pare en tarima.

Conociendo a J, le pedí a mi comadre que hablara con la maestra y mejor le diera el papel de uno de los pastores. Imagínense que a J le de con hacer una de las suyas y el programa se quede sin unos de sus protagonistas principales. Si va de pastor, como van a salir varios pastores, nadie se dará cuenta si falta uno.

Yo conozco a J por eso creo que no debe hacer el papel de José en el programa. Comenzando con que esos vestuarios llevan muchas piezas y el material que por lo general utilizan, no va con la Dermatitis de J. En otros programas antes de comenzar el show, J se queja de la ropa. Si suda olvídense que le comienza a dar picor y sus dos minutos de gloria terminan.

Ya me lo imagino, Maria y el niñito Jesús en escena y José brillando por su ausencia. Seria la primera vez que Maria sea representada como madre soltera.

Pero el que haga de pastorcito no garantiza que J se quede en la tarima. Voy a hacerle el vestuario de pastorcito a Francisco también pues él siempre termina participando con J en las actividades.

Francisco se graduó de pre escolar y de Kinder junto a J y sus compañeritos. Y ha tenido que participar en programas con los chicos. Es la única forma que J por lo menos haga acto de presencia en tarima.

Les contaré luego como resulte esta aventura del programa de navidad.

Se me había olvidado contarles que ayer en la mañana yo salí apurada de casa, como siempre, y se me quedó el celular.

Ustedes no saben todos los paquetes que yo tengo que llevar al carro en las mañanas. Yo cargo con el bulto de la escuela de J, la lonchera, un bulto con su ropa para cambiarse cuando sale de la escuela y otro bulto con los carritos y el oso Mario. Dios libre se me quede uno de esos bultos. En adición, mi cartera, mi bulto de Yo Amo Alguien con Autismo con mi almuerzo y el celular.

De cinco días a la semana, por lo menos en dos se me queda el celular. GAD siempre me doy cuenta cuando estoy en el portón de salida y regreso a la casa a buscarlo. Como ya esto es uso y costumbre, ayer se me quedó y cuando viro el carro para regresar a buscarlo J me dice “se quedó celular”.

No me quedó otra más que reírme pues ya J sabe que si viro el carro en el portón, es por que se me quedó el celular.