Sobre Las Tutorías

Ayer llegué a la escuela a recoger a J a eso de las 4:30 p.m. y tuve que esperarlo hasta las 5:50 p.m.

Les estaban administrando unas pruebas de ubicación para medir las necesidades de los estudiantes que participaran en el programa de tutorías.

Cuando llegué me paré cerca de la puerta de salón donde se encontraba J pero con cuidado que no me viera. Justamente cuando me paré allí, escucho a la maestra decir “J entendiste lo que tienes que hacer”. J no respondió pero luego escuché a la maestra explicar que tenía que leer las oraciones y marcar la palabra que estuviera escrita incorrectamente. Luego de unos minutos me fui a sentar en el carro pues aún no habían terminado las pruebas.

A eso de las 5:20 p.m. ya veía que todos los niños habían salido pero J nada que ver. Fui nuevamente hasta el salón donde estaba J y me asomé por la puerta. La maestra me miró y pues le señalé a J y le pregunté si J ya había terminado. J precisamente estaba parado al lado de la maestra y cuando me vio me regaló esta única sonrisa que me iluminó la tarde. Yo creo que cuando J me vio allí parada pensó “mami llegaste a salvarme”, jajaja.

La maestra me dijo, “le falta terminar una parte de la prueba pero yo ahora lo voy a tomar solo a él para explicarle”. Me paré nuevamente frente al salón para que J no me viera y prestara atención.

Estando afuera escuché a la maestra impartirle las instrucciones a J y pues eran las mismas instrucciones que le había dado hacia una hora. Ella le leyó las instrucciones y decían “lee la oración y selecciona la palabra que esté incorrecta”.

Yo allá afuera con deseos de entrar al salón y decirle a la maestra “él no va a entender las instrucciones pues están usando dos términos que él con conoce bien”. En mi mente repasaba como debía darles las instrucciones a J para que comprendiera. Debió decirle “marca la palabra que está mal escrita”. Los términos “selecciona” e “incorrecta” son términos que J no comprende o no reconoce bien.

El asunto es que ya a las 5:50 p.m. solo quedaban en la escuela los 5 ó 6 estudiantes que estaban en ese salón donde estaba J. Llegó otra maestra y le dijo a la maestra que estaba con J “vamonos que van a cerrar la escuela”. La maestra que estaba con J le dijo “ellos no ha terminado” y la otra le respondía “hay que dejar la prueba hasta donde llegaron”.

Cuando J salió me dijo “yo no terminé”. Le dije “no te preocupes, que hiciste un buen trabajo”.

Realmente me sentí orgullosa de J. J había tenido un momento de coraje más temprano pues mi comadre me cuenta que J no quería quedarse para las tutorías. J le decía a su madrina “yo no levanté la mano” y se tiró al suelo como quien dice yo no me ofrecí para estas tutorías, jajaja. Lo que J no sabe es que yo levanté la mano por él. J permaneció todo ese tiempo sentado en ese salón sometido a horas de pruebas.
Lo vi tan independiente, tan maduro y hasta escuché a la maestra comentarle en algún momento al Director que J era el que mejor seguía instrucciones.

Cuando miré a J que se montó en el carro tenía la camisa de la escuela asquerosa. Le pregunté que porque tenia la camisa tan sucia y me dijo “yo jugué con mis amigos”. Al escuchar estas palabras ya no me importó para nada que la camisa estuviese sucia, que todos los días la traiga así.

Más tarde me llamó la ASE de J para comentarme de una tarea y le conté la dificultad que tuvo J para terminar las pruebas y como la maestra le dio las instrucciones. La ASE coincidió conmigo en que había que ofrecerle las instrucciones a J de otra forma. Ella me comentó que si hubiese sabido, se quedaba con J para asistirle con las instrucciones durante la prueba.

La ASE de J es una experta, casi como yo, en conocer las necesidades de J. Aun más en el área académica pues es ella quien está con J en la escuela y ya sabe como hay que darles las instrucciones a J o que métodos utilizar como por ejemplo cuando hay que usar imágenes para que J comprenda un concepto, etc.

Es ella quien asesora a los maestros en como prepararle los exámenes a J. Les recomienda si usar llena blancos, pareos, cuando usar ilustraciones y los maestros siguen sus recomendaciones y modifican los exámenes para J.

De verdad que la ASE es un recurso esencial e importante para J en la escuela. El éxito académico que J ha alcanzado en la escuela tiene que ver con que J es muy inteligente pero de nada le serviría sin el apoyo de su ASE para dirigirlo.