Simulacro

Hoy tuvimos un simulacro de una visita a las tiendas. Como les dije ayer, hoy no fui a trabajar para quedarme con J.

Me desperté a la misma hora que de costumbre ya que Francisco si tenía que ir a trabajar y pusimos la alarma. J también se despertó temprano así que ya a las 6:30 a.m. Francisco se había ido y quedamos J y yo solitos en la casa.

Ya a las 8:30 a.m. yo me estaba aburriendo y J estaba caminando de un lado a otro cargando en su mano un muñeco que encontró de Mario en un cajón de juguetes viejos.

Fui donde J y le pregunté si quería salir y él me preguntó “¿a dónde vamos?”. Le dije que podíamos ir a las tiendas ya que se me ocurrió hacer una prueba de cuanto tiempo J aguanta fuera de la casa y en un ambiente de tiendas.

J me dijo que si muy contento pero me preguntó si le compraba unos muñecos de la película Ku Fu Panda. El rapidito me mostró una promoción donde están todos los muñecos y son unos cuantos. Yo le dije que si se portaba bien le podía comprar dos de los muñecos.

Me preparé, preparé a J y nos fuimos a un centro comercial que queda como a 20 minutos de la casa. Este centro comercial no es cerrado sino que se camina por las tiendas por los pasillos.

El centro comercial no estaba muy lleno, estaba cómodo para caminar y comprar. De primera intención no fuimos a la tienda de juguetes pues quería dejar los juguetes como medio de recompensa y estimulo para que J se aguantara un rato y se portara bien.

Fuimos a varias tiendas de ropa e inclusive yo me medí ropa. J entró conmigo al probador y se quedó tranquilo. Estaba buscando unas crocs brown para J ya que las que tenía en ese color se le rompieron. Encontramos la crocs en una tienda de zapatos, que fue la cuarta tienda que visitamos.

Luego de esta tienda nos montamos en el carro y nos movimos a otra área del centro comercial donde está la tienda de juguetes. Ya llevábamos como una hora de tiendas y J ya preguntaba mucho cuando íbamos a la tienda de juguetes.

Entramos a la tienda de juguetes, buscamos lo juguetes que J quería pero luego de verlos como que no lo noté muy entusiasmado. Le pregunté si quería mirar por la tienda y ver si había otra cosa que le gustara y me dijo que si. Caminamos por la tienda mirando juguetes pero nada le llamaba la atención a J. Hasta que llegó a un lugar y vio uno muñequitos de Mario Bros y amigos. Ya saben que inmediatamente me miró, se sonrío y me dijo “yo quiero a ellos”. Le compré a Mario, Luigi y Yoshi.

J salió contento de la tienda y le dije que iríamos a algunas otras tiendas. Cuando íbamos caminando, comenzó a sonar una alarma de un carro que estaba en el estacionamiento y J comenzó a taparse lo oídos.

Entramos a otra tienda y cada vez que alguien entraba a la tienda sonaba una alarma o campana de estas que suenan “ding, dong” cuando alguien abre la puerta. Este sonido estaba molestando a J y cada vez que lo escuchaba me decía “que es ese ruido”. Ya para este momento comenzó a preguntarme “¿ya vamos a mi casa?”.

Fue entonces que comprendí que J comenzaba a sentirse sobreestimulado y ya me repetía que se quería ir. Nos encontramos con Kimberly que había salido con sus tíos que llegaron de EU y fuimos a saludarlos y luego nos fuimos para la casa.

Creo que fue una buena experiencia pues pude tener una buena idea del tiempo que J aguantará cuando repitamos la experiencia el sábado. Estuvimos en el centro comercial por alrededor de dos horas.

También pude determinar que es mejor ir a un centro comercial cerrado en un ambiente fresco y con menos ruidos de autos. En los centros comerciales cerrados, las tiendas no tienen puertas así que tampoco J volverá a escuchar el “ding, dong” de la gente cuando abre las puertas de la tienda. No que estos ruidos le molestaran muchísimo pues J eventualmente se acostumbra, pero se incomoda.

Para el sábado coordinaremos llegar a un horario que primero lo llevemos a comprar la ropa, luego almorzaremos y luego lo iremos al cine. Usaremos el cine como incentivo.

J quiere ver dos película, Ku Fu Panda y Wall-E. Mañana lo llevaremos a ver Kun Fu Panda, pero solo iremos a almorzar y directo al cine, y el sábado luego de las compras lo llevaremos a ver Wall-E.

Les cuento.