Aventura de Tiendas

Nos fue bastante bien hoy en la aventura de llevar a J a las tiendas a comprar su ropa escolar.

Nos levantamos temprano, nos preparamos y primero nos fuimos a desayunar fuera. Llegamos al mall justamente cuando estaban comenzando a abrir las tiendas. Fuimos directo a una tienda de ropa de hombre y niños que se llama la Gran Vía.

En esta tienda para la época de escuela venden los uniformes escolares. Yo siempre le compro a J pantalones y camisas de la marca “wrangler” pues ellos fabrican un tipo de pantalón específicamente para uso como uniforme escolar y también las polos.

Para los que no son de Puerto Rico les cuento que aquí todos los niños ya sean de escuelas, publicas o privadas usan uniformes. Lo que varia son los colores cada escuela selecciona su color aunque en algunas escuelas se repite. Las niñas utilizan uniformes en tela a cuadros. El uniforme de J es pantalón gris y polo blanca. Los zapatos pueden ser cualquiera, zapato escolar o tenis.

Planificamos de forma tal que ya para las 11:35 a.m. hubiésemos terminado pues a esa hora comenzaba la película. El cine queda en el mismo centro comercial así que era cuestión de dejar los paquetes en el carro y entrar al cine.

Entramos a la tienda, encontramos los pantalones y las polos y Francisco entró con J al probador a medírselos. Yo no podía entrar pues era un probador solo para hombre. J se dejo medir la ropa sin ningún problema. Una vez identificamos los tamaños correctos, agarramos 5 pantalones, 5 polos y una correa. Estuvimos en esta tienda alrededor de 20 minutos.

De allí fuimos a “Foot Locker Kids” a buscarle unos tenis. Yo siempre le compro tenis completamente negros y por eso me da un poco más trabajo conseguirlos. Para mi sorpresa había infinidad de modelos totalmente negros, le medimos los que nos gustaron y salimos.

Salimos de la tienda de zapatos y Francisco me dijo que iría al carro a llevar los paquetes para así poder caminar más cómodos. Me quedé con J y entré a una tienda a mirar algo. Cuando Francisco regresó de llevar los paquetes al carro nos encontramos nuevamente y J le dijo que quería ir al baño.

Francisco se fue a llevar a J al baño mientras yo compraba algo en una tienda. Cuando regresaron, J llegó con coraje y se metió en una equina dentro de la tienda. Luego se escondió dentro de un “rack” de ropa. Francisco me dijo que habían pasado por el lado de la tienda de juegos electrónicos y J quería entrar. Francisco le dijo que no y J se enojó.

Estuvo enojado un rato, gritó un poco pero Francisco dialogó con él y le recordó que iríamos al cine. También le dijo que otro día, si se portaba bien hoy, lo llevaría a la tienda de juegos. J se calmó y continuamos a otra tienda para conseguir algo que nos faltaba.

Terminamos a tiempo y nos fuimos al cine. J se impacientó un poco pues ya saben como J es para los horarios. La película decía que comenzaba a las 11:35 a.m. pero no comenzó a esa hora. J comenzó a decir que nos fuéramos a otra película que era tarde. Por fin comenzó la película y J se tranquilizó. Vimos la película Wall-E, muy bonita se las recomiendo.

Ahh, pero no andábamos solos con J hoy pues J se llevó a Mario. J decía que Mario andaba con él. Cuando fuimos a desayunar, me fui con J a buscar una mesa y Francisco se quedó esperando la comida. J comenzó a acomodar las sillas y mientras decía, “aquí va mami, aquí voy Yo, aquí va papi y aquí va Mario”.

Cuando Francisco llegó colocó un periódico en la silla que J le había asignado a Mario y J le dijo a Francisco “cuidado que allí está Mario, le pusiste el periódico en la cabeza”. Luego cuando terminamos de desayunar íbamos hacia el carro y cuando estábamos saliendo del estacionamiento J dijo “espera que Mario viene caminando”. Francisco se estaba impacientando pues no le gusta escuchar a J hablar así.

No me quedó más remedio que seguirle la corriente a J y dije “Móntate Mario” y le dije a J “ok, vámonos que Mario ya está en el carro”. J dijo “nooo todavía está afuera” y luego dijo “ok, ya está en el carro”. En el mall fue igual, él decía que Mario iba caminando con nosotros.

Francisco me dice que no debo seguirle la corriente pero en realidad en ese momento pensé que si comenzábamos a decirle que Mario no existe, etc., etc., probablemente J se iba a alterar o molestar y se nos arruinarían los planes de irle a compra los uniformes.

Conversaré con J para explicarle nuevamente sobre Mario y hacerlo entender que Mario es un personaje que no es real. En algunas ocasiones mientras estábamos en las tiendas J le hablaba al supuesto Mario y nos hablaba a nosotros de Mario.

En términos generales nos fue súper bien hoy. Mañana si Dios lo permite tenemos planes de ir nuevamente al cine pues J quiere ver la otra película.